Una profunda preocupación sacude a familias de la zona sur de Rosario tras salir a la luz múltiples denuncias por presuntos casos de maltrato infantil en el jardín “Rosarito”, ubicado en la intersección de Avenida San Martín y Muñoz. Padres y madres de niños de entre 3 y 4 años acusan a docentes de ejercer violencia física y emocional sobre los pequeños, en lo que describen como una situación prolongada y sistemática.
El caso tomó estado público luego de que una madre, en el grupo de WhatsApp de familias del jardín, preguntara si alguien más había notado cambios extraños en el comportamiento de sus hijos. Esa inquietud desencadenó una serie de relatos que, según coinciden los testimonios, comenzaron a revelar patrones similares de temor, castigos y situaciones alarmantes.
“Mi hijo me contó que lo encerraban en una cocina oscura. Me hablaba de compañeritos que recibían golpes o que quedaban solos dentro del aula mientras los demás jugaban afuera”, relató una madre con angustia. Otra mujer, con el corazón en la mano, declaró: “Le arruinaron la vida a mi hijo. Está triste, llora por las noches y volvió a hacerse pis, algo que ya había superado”.
Una de las escenas más dramáticas ocurrió el pasado 24 de abril. Ese día, un niño se negó rotundamente a ingresar al jardín, llorando y suplicando a su madre que no lo dejara solo. Según su relato, delante de la docente y con palabras claras, el pequeño denunció: “No quiero entrar, ella me pega”. La madre asegura que la docente no pudo dar una respuesta coherente frente al rechazo del niño.
Las acusaciones señalan directamente a dos docentes, cuyas identidades ya fueron compartidas entre las familias y en redes sociales. Incluso, algunas personas mencionan que una de ellas sería propietaria de un salón de fiestas cercano donde también se habrían escuchado gritos de menores. En redes comenzaron a circular comentarios de exalumnos que recuerdan situaciones similares en ese mismo establecimiento, algunos de ellos fechados hace más de dos décadas.
La situación ha encendido alarmas en toda la comunidad educativa. Varios padres informaron que ya presentaron denuncias formales ante las autoridades y evalúan acciones legales. Aseguran contar con pruebas documentales, audios y testimonios de los propios niños. Mientras tanto, desde la institución no se emitió hasta ahora ningún comunicado oficial, aunque trascendió que se está organizando una reunión con las familias para brindar explicaciones.
“Vamos a llegar hasta el fondo. Esto no puede repetirse ni quedar tapado. Nuestros hijos merecen justicia y un espacio seguro donde aprender y crecer”, concluyó una de las madres.