En muchas entrevistas previas realizadas para promocionar la ficción, actores, productores y realizadores conincidían en la confianza que tenían sobre el producto final. “Esto va a dar un salto de calidad y brindará muchas oportunidades para la realización audivisual en nuestro país. Estamos todos convencidos de esto” decía Ricardo Darín en una entrevista radial con Sebastián de Caro.
No es ninguna novedad hablar de buenas producciones que se realizan en Argentina y especialmente tras el impulso que han tenido las mismas desde plataformas como Netflix, que con su segmento “Hecho en Argentina” ha logrado producir series y películas de gran nivel.
Sin embargo en términos de producción, el cine argentino siempre tenía el freno económico a la hora de producir contenidos de acción, terror, suspenso o ciencia ficción. Claro, los tanques de Hollywood y sus inversiones astronómicas en cuanto a efectos especiales, complicaban de sobremanera competir con tamaña maquinaria.
De todos modos, el tiempo fue acortando esa brecha entre el crecimiento de la tecnología y las hábiles resoluciones argentas que de a poco fueron presentando algunos productos que lograban salir airosos en cuanto a efectos especiales. Si bien este crecimiento en cuanto a realziaciones audiovisuales nacionales era visible, algunas realizaciones parecían siempre imposibles, como por ejemplo llevar el cómic El Eternauta a la pantalla.

La maravillosa obra de culto de este comic argentino creada entre 1957 y 1959 por el guionista Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López, generaba tanto respeto que parecía que la única manera de ver la historia en una pantalla, era si alguna productora de Holywood llegaba a estos lares, para llevarse la idea; la cual seguramente sería adaptada a otros escenarios y cultura estadounidense.
Por eso mismo, cuando hace un par de años Netflix anunció la realización de “El Eternauta” como aprte de los contenidos “Hecho en Argentina” en modo serie de ficción, no animada, para muchos fue un llamado esperanzador. Sin embargo los años pasaban y lo que había sido un gran anuncio, no encontraba un correlato de “comenzamos a filmar” que confirmara que el sueño de El Eternauta en formato audiovisual estaba cerca de cumplirse.
El año 2024 llegó con algunas confirmaciones como la aparición de Bruno Stagnaro a cargo del proyecto, el protagónico de Ricardo Darín y la apuesta de Netflix de plantear una producción como nunca antes en la historia se había realizado en nuestro país.

Los seis capítulos de la primera temporada de El Eternauta, hacen justicia a todo esto. Los escenarios son creíbles, los efectos están bien realizados, la trama acompaña, los personajes son creíbles y excelentemente caracterizados, logrando que como espectadores argentinos, podamos ver una historia de ciencia ficción de la buena, pero plagada de nuestra cultura, en donde la narrativa se funde con el truco, el folcklore, el tango, el rock nacional, algunas fachadas icónicas de Buenos Aires, y hasta ese aroma bohemio que tienen los coleccionistas que aseguran que todo tiempo pasado fue mejor… con algun imponente Torino diciendo presente en las calles de una Buenos Aires bajo la nieve.

Disponible en Netflix con 6 capítulos de una hora aproximada de duración, El Eternauta tiene absolutamente todo para levantar la vara de las producciones made in Argentina. Una historia atrapante, digna de maratón que ya tiene confirmada su segunda temporada.
