Con 26 años de carrera, Jorge Castañeira o más conocido como “El Profe Flecha”, es un preparador físico que -previo a una breve carrera como jugador de fútbol- se dedicó al entrenamiento del cuerpo del futbolista con un método innovador para el época: “Trabajos a partir de la pelota”. Su carrera se inició en las inferiores de Newells a mediados del 90, donde entrenó a varios juveniles que luego tuvieron una gran trayectoria en Europa. Lionel Scaloni, entre algunos de los nombres que realizaron las tareas que el Profe Flecha les indicaba. Su gran desempeño en el área física lo llevó al seleccionado de Venezuela en 2001 y -a posterior- a desplegar sus conocimientos en diferentes clubes de Perú y los Emiratos Árabes, donde fue de los primeros argentinos en abrir las puertas a esos lugares impensados del mundo de la pelota. Justamente en esta región nos detendremos para conocer un poco más del lugar donde se llevará a cabo en unos meses el máximo evento del mundo del balón.
Con ropa deportiva en la mesa de un bar céntrico de la ciudad y después de dos cafés, Jorge se presta a hablar con VersiónRosario sobre su experiencia en Medio Oriente. “En 2007 me lleva ´Cacho´ Heredia (reconocido ex futbolista de los 70 y entrenador en los 90), que lo conocí a través de su hijo que le gustaba como yo entrenada con la pelota”, cuenta Casteñeira. “Nosotros nos quedamos tres años, hicimos buenas campañas allá”, relata.
“Estábamos a una hora, en avión, de Qatar. Nosotros dirigimos al Ras Al Khaimah Club, perteneciente al mismo Emiratos”, explica. Luego, él pudo volver por su cuenta, en 2014, al Emirates Football Club de la misma región: “En ese momento el jugador tenía una profesión y le permitían poder hacer la carrera de futbolista a la par”, detalla.
Al ser consultado sobre las características del tipo de jugador en esos lugares del planeta, Flecha no duda: “Tienen mucha nobleza, pundonor y cabalidad, pero no son ingenuos”. Y agrega: “Si el resultado los acompaña, no dejan de correr. Aunque carecen de esa férrea tenacidad propia de las potencias mundiales”. “Yo los comparo con el fútbol mexicano de los 70 o el fútbol nigeriano de los 80”, acota.
En cuanto a su experiencia con el Ramadán -mes de ayuno, oración, reflexión y comunidad- señala que después de las 7 de la tarde podían comer los jugadores, por lo que recién entrenaban a las 10 u 11 de la noche. “Terminábamos las prácticas de fútbol a las 1 de la mañana”, precisa al tiempo que sostiene que era imposible trabajar durante en el día por los 45 o 50 grados promedios que hacía en el lugar. (La Copa del Mundo Qatar 2022 se disputará a finales de noviembre y comienzos de diciembre, etapa de menos calor en el año).
“Qatar es cosmopolita, el nivel de vida es de medio a alto. Allá hay super rico, alto rico y rico, después tenés la clase media musculosa y los que van con un contrato magro, que pueden oscilar entre los 2 mil o 3 mil dólares por mes”, narra el Profe mientras un nuevo café marcha para la mesa que está contra la ventana. En cuanto a su sociedad, dice que “son gente muy buena, correcta”, pero “no soportan la indisciplina del turista”. “En esos lugares no aceptan el desequilibrio social”, continúa.
Volviendo a la parte futbolística, un detalle no menor y que puede favorecer a las selecciones árabes en el mundial es la implementación del VAR. Casteñeira sostiene que “al detenerse el juego, favorece al equipo que tiene menos concentración y estabilidad en la técnica”, como puede ser el combinado anfitrión. “Al darle recuperación, vuelve a igualar los esfuerzos con el equipo que tiene más internalizado las cuestiones futbolistas”, comenta Flecha.
A la hora de adentrarnos en la preparación física de cara a un evento como un mundial, Casteñeira indica que “el preparador físico tiene que hacer transpirar al jugador a partir del entrenamiento con pelota. El futbolista tiene que estar permanentemente con la pelota y más en un mundial”. Y amplía: “Eso era lo que hacíamos con el ´Pato´ Pastoriza cuando entrenamos a la selección de Venezuela en las eliminatorias del 2001”.
Tras ser consultado por el trabajo de su par en la Albiceleste, Flecha dispara: “Lo veo espectacular. El jugador tiene una simbiosis impresionante. Hay una distribución de energía, hay una querencia a Messi y todos saben correr la cancha. Creo que hay una amalgama impresionante“.
La pregunta por Scaloni no tardó en llegar, Casteñeira lo tuvo en la reserva de Newells y cuando -a la par- entrenaba un selectivo de juveniles del club, casi al mismo tiempo los dos iniciaban su camino en el fútbol: “Era histriónico y extrovertido, buena gente y lo querían. Con 15 años mostraba una madurez que no es propia para un chico de su edad. Se hacía respetar”, sentencia.
La mayor particularidad que destaca en el actual entrenador de la celeste y blanca es que “nunca tenía miedo al escenario”. “Siempre estaba muy seguro y con mucha confianza”, asegura el Profe Flecha.
En cuanto a su llegada a la Mayor y posterior desempeño, opina: “Su nobleza y su inteligencia sobreabundan cualquier atajo que le puedan esgrimir. Mostró una sabiduría muy poca veces vista. Está a la altura de los grandes técnicos de la Selección, como Menotti o Bilardo. El récord de partidos invictos es algo nunca visto”.
“Deja que el protagonista sea el jugador. Se sacó rápido los pantalones cortos y eso es algo para destacar. Mantiene una disciplina interna”, acota sobre el DT.
La entrevista no puede dejar pasar por alto el nombre de Newells en la vida de Flecha, quien dejó la institución en 1998 y pasado los años no ha podido volver a entrenar en el club de sus amores. “No es una materia pendiente, cuando me tocó, lo hice sabiendo que uno debe potenciar al futbolista”, afirma.
Sobre su particular modo de entrenamiento en el comienzo de su carrera, Castañeira ahonda: “En ese momento, ningún preparador físico entrenaba con pelota cuando los grandes técnicos decían que al jugador había que hacerlo entrenar con pelota”.
“Yo jugué al fútbol, luego estudié y me preparé. Entendí como se debía preparar al jugador y saqué tres libros. El primero en el 97, cuando ya estaba en la reserva de Newells”, narra orgulloso. Y agrega: “Astore me conoce porque en ese momento estaba en el club, nunca se lesionó un jugador cuando estuve yo”.
Consultado sobre si pudo tener charlas con la nueva dirigencia leprosa, responde: “En el último tiempo hubo algún acercamiento, pero no se dio”.
Tras más de dos décadas en el fútbol, Casteñeira anhela “concretar una linda vuelta olímpica, si puede ser en Newell mejor, sino en el club en que me encuentre”.
