El gobernador Maximiliano Pullaro aseguró este jueves que los dos últimos años fueron “los menos violentos del siglo” en la provincia. Lo atribuyó al trabajo conjunto de la Policía, el Servicio Penitenciario, la Justicia provincial y federal, y al respaldo legislativo que permitió sancionar nuevas herramientas legales.
“Hoy tenemos una nueva policía que está trabajando y un sistema que empieza a funcionar cada vez mejor”, dijo en una conferencia de prensa brindada en Rosario junto a la vicegobernadora Gisela Scaglia. En ese sentido, Pullaro destacó que los datos de análisis criminal muestran una baja sostenida de homicidios y robos, especialmente en las ciudades de Rosario y Santa Fe.
El mandatario ilustró los avances con cifras recientes: “Ayer se hicieron 7.200 identificaciones en la calle, 5.000 controles a vehículos y motos, se trasladaron 78 personas para averiguación de antecedentes y hubo 47 detenciones en flagrancia”.
También subrayó que, por primera vez en un mes y medio, en el día de ayer, “no se registraron heridos de arma de fuego, homicidios ni balaceras contra viviendas en toda la provincia”.
Además, Pullaro puso en valor la política salarial de su gestión y sostuvo que los policías santafesinos son los mejores pagos del país. Explicó que, pese a los recortes aplicados por el Gobierno nacional, su administración decidió priorizar el financiamiento de las fuerzas de seguridad.
“Un policía de la provincia cobra, desde las jerarquías intermedias hacia abajo, el doble que un miembro de las fuerzas federales”, afirmó. Detalló que la base salarial ronda el millón de pesos, a lo que se suman adicionales: cerca de 450.000 pesos por trabajo en calle y hasta 1,4 millones para la Tropa de Operaciones Especiales. “Quisiéramos que ganen más, pero hoy podemos asegurar que la mayoría de nuestros policías perciben sueldos muy superiores al resto del país”, señaló.
El gobernador vinculó la reducción de la violencia en Rosario al control del sistema penitenciario. “El problema estaba en que las órdenes se daban desde las cárceles. Hoy logramos controlar las prisiones y eso permitió bajar la conflictividad y evitar que muchos delitos se cometan en la calle”, indicó.
También reconoció que, además del narcotráfico, el microtráfico se convirtió en un problema central. Recordó que se impulsó la Ley de Narcomenudeo y la reforma del Código Procesal Penal para dotar a las fuerzas de mayores facultades. “Al narcotráfico hay que enfrentarlo todos los días, sin dejar de observar lo que sucede ni descuidar las estadísticas criminales”, afirmó.