Este sábado, el fiscal Norberto Ríos confirmó el hallazgo del cuerpo sin vida de Pablo Ovando, el reconocido guía de pesca de 44 años, que había desaparecido el martes pasado junto a su pequeño hijo Agustín, de 4 años. Los restos fueron encontrados a unos tres kilómetros de donde se había hallado al menor, en una zona ubicada seis kilómetros río abajo del lugar donde había aparecido el yate anclado.
Ríos informó que se solicitará una revisión completa de los cuerpos para documentar cualquier elemento de relevancia para la causa, aunque no se dispondrá la realización de autopsias. “Cerca de las 2.40 el cuerpo fue encontrado por civiles que estaban colaborando, a unos tres kilómetros del cuerpo del niño y a tres kilómetros de Puerto Reconquista. Luego se trasladó el cuerpo hacia el puerto donde se realizó el reconocimiento.
El lugar del hallazgo está a unos 6 kilómetros río abajo de donde quedó el yate”, dijo el fiscal Norberto Ríos. Según explicó el entrevistado, la principal hipótesis es “accidental”.
En ese sentido, agregó: “No tenemos elementos que indiquen otra situación, en la embarcación estaba todo en su lugar, un mate preparado con agua caliente, las cañas preparadas, los salvavidas estaban en la embarcación. Esa es la explicación más coherente que podemos encontrar. Los cuerpos no presentaban anomalías. Es muerte por ahogamiento, por inmersión. Alguien se cayó al agua. Podría ser el niño y posiblemente luego el padre en su búsqueda, por más de que no haya testigos es la explicación razonable”.
En cuanto a la fisonomía del lugar donde trabajaron los buzos, el fiscal explicó que hay pozos de 8, 10, 12 metros de profundidad. Cuando los buzos se sumergían, la velocidad del agua era de 5 nudos. “Si un cuerpo cae perpendicular, no podía llegar al fondo en forma recta por la fuerte corriente. Por más de que una persona sea ducha para nadar, no era posible soportar semejante corriente del agua”, aclaró.
Cabe recordar que este viernes, el cuerpo del pequeño Agustín de 4 años fue encontrado en el Canal del Medio, un brazo del río San Jerónimo, aproximadamente a 3.000 metros aguas abajo del lugar donde había sido encontrado el yate en el que navegaban.
El caso conmovió a Reconquista y a toda la región. Pablo Ovando era muy querido en el ambiente del turismo de pesca, conocido por su pasión por el río y por su cercanía con la gente. En medio del dolor, la familia Ovando expresó su profundo agradecimiento a quienes se sumaron a la búsqueda, brindando su tiempo, su esfuerzo y su solidaridad.