A partir de octubre, los argentinos afrontarán una nueva ola de ajustes en servicios y tarifas esenciales que impactarán el costo de la vida. Entre los rubros más afectados figuran los alquileres, el transporte, los planes de salud privados y las tarifas de luz, gas y agua.
Alquileres: quienes tienen contratos bajo la ley anterior deberán enfrentar una actualización basada en el Índice de Contratos de Locación, que proyecta un incremento interanual cercano al 46 %. Las subas vienen moderándose tras meses muy altísimos de ajuste.
Transporte urbano: en varias jurisdicciones se aplicará un aumento cercano al 3,9 % en los boletos con tarjeta SUBE. En Buenos Aires, líneas de colectivo verán bonificaciones y escalas según la distancia recorrida. El subte también sumará una alza similar.
Prepagas médicas: los planes de salud privados también serán objeto de ajuste. Las alzas proyectadas para octubre se ubicarán entre 1,1 % y 2,4 %, dependiendo de la empresa, la zona geográfica y el tipo de cobertura.
Servicios públicos: tarifas de electricidad, gas y agua registrarán nuevos incrementos, impulsados por la actualización del valor del gas natural en el sistema de transporte interno. Las subas serán variables según consumo, región y estacionalidad.
Este conjunto de ajustes llega mientras buena parte de la población lucha con ingresos estancados, inflación persistente y costos crecientes. Muchos hogares ya enfrentan tensiones presupuestarias, lo que profundiza la presión sobre el ingreso familiar disponible.