El último informe difundido por el Observatorio de Precios de la provincia de Santa Fe reveló que en septiembre, algunos alimentos básicos como aceite, fideos, harina, frutas, verduras, carnes y lácteos sufrieron una importante remarcación, acrecentándose la brecha entre lo que pagaron los comerciantes por estos productos, y el precio al que los ofrecieron en góndolas.
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Según el estadio, en la totalidad de los productos del rubro almacén hubo aumentos significativos en los precios minoristas. En ellos, se destaca la brecha que hay en el aceite: mientras que el precio mayorista de la botella de un litro y medio rondó los $583,15, en las góndolas este alimento se ofreció a unos $808,73. Según indicaron desde el Observatorio de Precios, esta diferencia se explica, en parte, por una quita de subsidios.
En el caso de la polenta la suba fue leve: mientras que las industrias vendieron el paquete de medio kilo a $58,50, los comercios minoristas lo ofrecieron a $80. En lo que respecta al kilo de harina de trigo 000, este alimento salió de las fábricas con un costo que rondó los $123, mientras que el precio de góndola fue de $155.
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Sobre el medio kilo de arroz, el precio de fábrica fue de $53,24, mientras que el costo mayorista fue de $71, y el de góndola de $90,55. En el caso del medio kilo de fideos secos, esta evolución fue de $82, $86 y $119,5, respectivamente; mientras que los 400 gramos de lentejas tuvieron un costo industrial de $110, un precio mayorista de $129,4 y un minorista de $178. Asimismo, la evolución en el precio del kilo de harina de trigo 0000 fue de $119, $156 y $179.
En el rubro carnicería, el Observatorio de Precios indicó que “los comercios deciden sus propios precios, con promociones y modalidades de pago de acuerdo a las costumbres de consumo de los clientes, registrando aumentos en los cortes vacunos y el pollo”. En esta actividad sólo se tiene como referencia el kilo de costeletas: mientras que el productor recibió por ellos $280, este alimento se vendió en góndolas a $1.115,50: casi cuatro veces más de lo que ganó el criador de los animales.
Las frutas y verduras fueron los que mayores de brechas presentaron entre precios mayoristas y minoristas: el kilo de papa negra les costó a los comerciantes $126, mientras que el precio de góndola rondó los $211. En el caso del kilo de calabaza, el precio mayorista rondó los $90, mientras que el minorista fue de $167.
El kilo de tomate redondo fue uno de los que más aumentos tuvo: el precio minorista fue de $112, mientras que en góndola se ofreció a $300; en la misma sintonía, los comerciantes compraron el kilo de naranja a $48, y lo vendieron a $134. El kilo de zanahoria, en tanto, tuvo un precio mayorista de $100 y un minorista de $129.
En los productos lácteos también se registraron importantes aumentos, los cuales se explican por el impacto que causó en la lechería el salto de la tonelada de soja a $20.000, a partir de la puesta en vigencia del llamado dólar soja, ya que, para producir 3.000 litros de leche, se requieren 15.000 kilos de expeller mensuales para las vacas de recría. Si esos pesos se pasan a litros de leche, el productor requeriría incrementar 20% su producción para hacer frente al gasto extra.
Por último, en el caso del litro de leche entera en sachet, el precio de góndola fue de $172 en septiembre, mientras que el productor sólo recibió $53. Los 200 gramos de manteca entera se ofrecieron al consumidor a $384, pero salió de la industria con un valor de $210. Por último, los 200 centímetros cúbicos de crema de leche se ofrecieron a $258,5 en góndolas, mientras que el precio mayorista fue de $216 y el industrial de $109.
