Argentina y Estados Unidos anunciaron un acuerdo para ampliar su relación comercial y de inversiones, con el objetivo de abrir mercados y reducir barreras en diferentes sectores de la economía.
El marco planteado contempla la eliminación gradual de aranceles y obstáculos no arancelarios en rubros clave como maquinaria, tecnología, productos agrícolas y farmacéuticos. A cambio, Argentina se compromete a dar mayor acceso a productos estadounidenses, mientras que EE.UU. permitirá a ciertos productos argentinos ingresar con preferencias.
Entre los rubros mencionados se incluye la ampliación de exportaciones de carne bovina argentina al mercado estadounidense y la inclusión de productos avícolas y porcinos norteamericanos en el mercado argentino.
Si bien el acuerdo aún no está cerrado en su forma plena —se trataría de un “acuerdo marco” sujeto a futuras definiciones— los gobiernos enfatizaron que esta cooperación pone a Argentina en una posición más integrada globalmente y avanza su apuesta de reordenamiento exportador.
El anuncio genera expectativas sobre inversiones, pero también abre interrogantes sobre su impacto en industrias locales y el comercio regional, dado que el cambio de perfil comercial podría afectar la estructura productiva y el papel del Mercosur en la política económica.




















