La firma siderúrgica Acindar decidió detener la operación de su planta ubicada en Villa Constitución, en la provincia de Santa Fe, y aplicar suspensiones laborales al 90 % de su personal, según fuentes gremiales. La medida responde a una caída en la demanda y dificultad para sostener costos productivos.
La paralización supone que solo una fracción mínima del personal permanecerá en funciones esenciales —tareas de mantenimiento y seguridad— hasta que se estabilice la situación. Los trabajadores afectados recibirán suspensiones con derechos salariales reducidos, conforme lo permitido por la normativa laboral vigente.
El sindicato local expresó su rechazo a la decisión y anunció que hará gestiones ante la empresa para mitigar el impacto sobre las familias. También evaluarán posibles medidas de protesta si no se avanza hacia una solución sustentable.
Por su parte, la empresa afirmó que la suspensión es temporal y motivada por circunstancias de mercado. En su comunicado explicó que los costos internacionales, el encarecimiento de insumos importados y la caída de pedidos hicieron inviable mantener la producción en niveles normales.
El episodio genera preocupación en el tejido industrial de la región, ya que Acindar es un actor clave en el sector siderúrgico local y motor de economías vinculadas. Si la paralización se prolonga, puede tener efectos colaterales en proveedores, logística y empleo indirecto.






















