El barrio de Arroyito atraviesa una situación cada vez más alarmante por la cantidad de robos que se registran a diario. Videos y fotografías que circulan entre los propios vecinos muestran escenas de autos violentados, medidores de agua arrancados, picaportes robados y delincuentes actuando en plena madrugada sin que haya presencia policial en la zona.
La abogada Paula Ríos, vecina y referente del barrio, dialogó con VersiónRosario y brindó detalles sobre el nivel de inseguridad que afecta a quienes viven en la zona comprendida entre Almería y el río, y desde Frentz hasta el Parque Alem. “Estamos sufriendo cadenas de robos reiterados. En el grupo de WhatsApp que compartimos los vecinos, todos los días alguien denuncia haber sido víctima de un hecho delictivo: desde neumáticos y vidrios de autos hasta los techos corredizos de los vehículos. También son frecuentes los robos de medidores de agua y picaportes de las casas. Es algo incesante”, señaló.
Según explicó Ríos, la mayoría de los delitos se cometen durante la madrugada, cuando los delincuentes deambulan con total impunidad. “Nadie los detiene, nadie los identifica. Por acá no pasa un móvil policial y cuando llamamos para pedir asistencia, tampoco vienen. Es más que obvio que esta zona quedó liberada”, sostuvo con preocupación.
Los vecinos aseguran que la problemática no se limita a las fechas en las que hay partidos de fútbol en el estadio cercano, como muchas veces se intenta justificar. “Los robos también ocurren en días de semana en los que no hay actividad deportiva, e incluso en épocas en las que no se juega. No es un fenómeno vinculado al fútbol, sino a la falta de patrullaje permanente”, agregó la abogada.
Ante la reiteración de hechos, los habitantes de Arroyito decidieron organizarse y enviar una nueva nota formal a las autoridades provinciales, dirigida tanto al ministro como al secretario de Seguridad, reclamando un plan concreto de prevención del delito. “Ya presentamos denuncias a la policía y pedidos a funcionarios, pero hasta ahora no obtuvimos respuestas. La inseguridad avanza y el Estado está ausente. Nos estamos agrupando para ayudarnos entre nosotros en tareas que le corresponden al Estado, porque necesitamos soluciones urgentes”, enfatizó Ríos.
Los registros audiovisuales que circulan en el barrio muestran con claridad la modalidad de los robos: individuos que recorren las calles de madrugada y seleccionan vehículos o viviendas para sustraer lo que tengan a mano. Estas pruebas fueron entregadas a las autoridades policiales, aunque, según denuncian los vecinos, nunca generaron una reacción concreta.
La sensación de abandono es generalizada. Comerciantes y familias de la zona coinciden en que la falta de patrulleros visibles favorece el accionar delictivo. A pesar de los reiterados reclamos, la situación se repite cada noche. “El Estado debería garantizar la seguridad. Hoy somos los propios vecinos quienes estamos tratando de cuidarnos, organizándonos a través de grupos de comunicación. Pero necesitamos que la policía esté presente en las calles”, remarcó Ríos.
Con la decisión de elevar nuevamente sus demandas a las máximas autoridades provinciales, los vecinos de Arroyito buscan que la problemática deje de ser ignorada. Mientras tanto, continúan viviendo con temor frente a una ola de delitos que no encuentra freno.