La esperada obra de reconstrucción de la pista del Aeropuerto Internacional Islas Malvinas de Rosario dio un giro inesperado. El gobierno nacional decidió dar de baja la licitación que estaba en marcha, tras observaciones presentadas por empresas participantes, y ahora será la provincia de Santa Fe quien se encargue de ejecutar los trabajos con recursos propios. VersiónRosario había adelantado oportunamente la queja de distintas aerolíneas por el mal estado de la pista, lo cierto es que ahora la situación seguirá por un tiempo más en tanto puedan iniciarse los trabajos.
Con esta novedad, queda suspendido el cierre de la terminal aérea que se había programado para septiembre, cuando iba a interrumpirse la actividad durante 100 días. Aún no hay fecha para el inicio de las obras bajo el nuevo esquema provincial.
La decisión se tomó luego de una reunión del directorio del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna), que resolvió cancelar el proceso licitatorio nacional. Desde el organismo confirmaron que la provincia asumirá el proyecto y avanzará en una nueva convocatoria para adjudicar los trabajos. Desde el gobierno santafesino ya manifestaron que se está trabajando a contrarreloj para destrabar la situación y garantizar el financiamiento.
En este contexto, el ministro de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini, remarcó que “la obra de la pista es estratégica para el desarrollo del sistema logístico de Santa Fe” y que la provincia estaba en condiciones de ejecutarla desde un inicio. También indicó que seguirán en diálogo con Nación para coordinar acciones que permitan concretar la obra con eficiencia.
Mientras tanto, la operatividad de la terminal ubicada en el barrio de Fisherton continuará con normalidad. Desde el Orsna aseguraron que se mantiene la coordinación para monitorear el estado de la pista y garantizar la seguridad de las operaciones.
VersiónRosario ya había anticipado esta situación semanas atrás, cuando reveló la preocupación de las aerolíneas por el estado crítico de la pista y la falta de certezas sobre el comienzo de los trabajos. La nota publicada el 18 de julio exponía el malestar del sector aéreo, que cuestionaba las demoras y alertaba sobre riesgos operativos por el deterioro del asfalto.
De hecho, en los últimos días el aeropuerto tuvo que suspender temporalmente sus actividades en dos oportunidades: una por 10 horas y otra por cuatro, para realizar arreglos urgentes tras el paso de aeronaves de gran porte desviadas desde Buenos Aires por la niebla.
La licitación nacional preveía un presupuesto de $41 mil millones y habían participado cinco oferentes, entre ellos la UTE conformada por las firmas rosarinas Obring, Milicic y Edeca, que había presentado la propuesta más competitiva en precio. Sin embargo, fue objetada por la empresa bonaerense Vial Agro, que puso en duda tanto los costos como los antecedentes técnicos de la UTE local.
Llamativamente, Obring tiene en su haber dos de las obras más relevantes realizadas en el aeropuerto en los últimos 50 años: la reconstrucción de la pista finalizada en 2015 y la ampliación de la plataforma ejecutada en 2018. A pesar de estos antecedentes, el Orsna decidió dar por cerrado el proceso sin permitir una defensa técnica de las empresas observadas.
Ahora, el futuro del aeropuerto depende del nuevo camino que emprenda la provincia. Las autoridades prometen avanzar rápidamente con una nueva licitación, pero lo cierto es que la postergación de la obra vuelve a dejar en suspenso una intervención clave para el desarrollo aéreo y logístico de Rosario y la región.