Desde las 6 de la mañana de este martes se inició un paro de 24 horas por parte de los trabajadores de la sanidad en Rosario, en el marco de un reclamo salarial por la falta de avances en la negociación paritaria. La medida de fuerza, que se extenderá hasta las 6 de la mañana del miércoles, consiste en una retención de tareas con presencia en los lugares de trabajo, aunque sin atención en las empresas de emergencias médicas, donde no se presentarán los trabajadores.
El conflicto con los empresarios del sector de la salud privada se remonta a hace más de un mes, cuando, según los representantes gremiales, debieron haberse definido las nuevas condiciones salariales correspondientes al trimestre en curso. Pese a que las fechas fueron acordadas con anticipación por las propias cámaras empresarias, los dirigentes sindicales denuncian que en las tres instancias de diálogo mantenidas no se presentó ninguna propuesta concreta sobre incrementos de haberes.
Como antesala del paro de este martes, la semana pasada se llevaron adelante asambleas de dos horas por turno en distintas clínicas y sanatorios. Al no alcanzarse un acuerdo el último viernes, se resolvió avanzar con esta medida de fuerza. Desde el gremio aseguraron que las guardias mínimas están garantizadas en todos los centros de salud afectados, como en anteriores oportunidades.
“Lamentablemente tenemos que salir a decirle a la sociedad que esto no es una medida caprichosa”, señalaron desde el sindicato en diálogo con VersiónRosario. “Estamos cansados, hartos y empobrecidos. Nuestros compañeros son trabajadores pobres, y del otro lado tenemos empresarios que ni siquiera tienen la delicadeza de traer una propuesta para discutir”, agregaron.
De no haber respuestas concretas por parte del sector empresario, los trabajadores ya adelantaron que la próxima semana podría haber una profundización del plan de lucha, con un paro de 48 horas. Mientras tanto, la medida de este martes busca visibilizar el malestar del personal de salud, que denuncia haber llegado a un límite ante la falta de actualización salarial y el deterioro sostenido de sus condiciones laborales.