La crisis en el sistema de expendio de medicamentos para jubilados volvió a encender las alarmas en Rosario y en todo el país. El PAMI mantiene una deuda que ronda los 400.000 millones de pesos con farmacias y droguerías, situación que ya empieza a comprometer la continuidad del servicio.
Desde el Colegio de Farmacéuticos de Rosario, su representante Leonardo Jurado confirmó a VersiónRosario que el atraso en los pagos afecta directamente la operatoria diaria. “Las farmacias están recibiendo de manera fragmentada los montos correspondientes a las prestaciones de la primera quincena de septiembre, y las últimas cuotas quedaron pendientes. Esto complica el desenvolvimiento normal de cualquier comercio, pero golpea especialmente a las farmacias chicas y medianas, que deben reducir su stock para poder seguir asistiendo a los afiliados”, explicó.
El retraso se acumula y la cadena de pagos empieza a tensarse. “Las droguerías también se ven afectadas, y cuando eso ocurre se resiente todo el sistema sanitario”, advirtió Jurado. Desde el sector mantienen contactos permanentes con PAMI, que a su vez espera la aprobación del Ministerio de Economía para liberar los fondos.
A pesar del panorama, Jurado remarcó que por ahora la prestación está garantizada. Las farmacias continúan atendiendo y entregando medicamentos, aunque el esfuerzo financiero es cada vez más difícil de sostener. “Las grandes farmacias tienen otra espalda económica, pero aun así están soportando un volumen de recetas que hoy se vuelve muy complejo. Para los comercios más pequeños, la situación es directamente asfixiante”, agregó.
Mientras esperan novedades por parte del Gobierno nacional, desde el Colegio de Farmacéuticos señalaron que seguirán informando al sector apenas haya una actualización. En el medio, miles de jubilados dependen de que la cadena de suministro no termine de romperse.





















