El mundo del cine está de luto luego que se confirmara la muerte a sus 91 años de la icónica actriz francesa Brigitte Bardot, símbolo erótico de las décadas de los años 50 y 60, la música y defensora de los derechos de los animales.
“La Fundación Brigitte Bardot anuncia con inmensa tristeza el fallecimiento de su fundadora y presidenta, la señora Brigitte Bardot, actriz y cantante mundialmente reconocida, que decidió abandonar su prestigiosa carrera para dedicar su vida y su energía a la defensa de los animales y a su Fundación”, indicaron, sin precisar el día ni el lugar del fallecimiento.
La leyenda del cine mundial participó en destacadas películas como La mujer y el pelele (Julien Duvivier), El desprecio (Jean-Luc Godard), ¡Viva María! (Louis Malle) o El testamento de Orfeo (Jean Cocteau).
Además, filmó casi medio centenar de largometrajes y lanzó más de 70 canciones a lo largo de dos décadas de carrera. A raíz de ello, fue considerada por la sociedad de esa época como un icono de la sensualidad.
Bardot nació el 28 de septiembre de 1934 en París y los 18 años comenzó a dar sus primeros pasos en el cine con la película Le Trou normand. Dos años después, en 1954, se trasladó a Estados Unidos para trabajar en la industria, cuando las actrices europeas no eran todavía valoradas.
Su irrupción en la escena internacional se produjo en 1956, con la película Y Dios creó a la mujer, del director Roger Vadim, que entonces era su esposo. Esta obra no sólo la hizo alcanzar al estrellato, sino que también marcó un antes y un después en la representación de la sexualidad y la autonomía femenina en la cultura occidental.
La cinta, considerada escandalosa en su época, convirtió a Bardot en un mito erótico y un símbolo feminista inesperado, al desafiar los códigos morales dominantes.
A mediados de 1970, en medio de su mayor estrellato, decidió abandonar el cine y dedicarse completamente a la defensa de los animales, lo que la incentivó, en 1986, a crear la Fundación Brigitte Bardot. La institución fue pionera en la promoción de reformas legales y en la concienciación pública sobre el bienestar animal, no solo en Francia sino también a nivel internacional.
