La primera medida adoptada por el flamante ministro en un día agitado fue pedirle la renuncia al jefe de policía provincial, Miguel Oliva, y en su reemplazo designar a quien hasta ayer fue el subjefe de la fuerza, el director Martín García. Extraoficialmente se especulaba anoche que este sería el primero de varios cambios que se producirán en el área de seguridad santafesina.
A partir de ahora, según confirmaron desde la Casa Gris, el nuevo jefe es Martín García que hasta ahora se desempeñaba como subjefe.
Oliva había asumido la conducción de la fuerza pública santafesina en agosto del año pasado y prometido en aquel entonces una “reestructuración policial muy a fondo” para lograr “efectividad y agilidad”.
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