El Ejecutivo nacional puso en marcha el proceso de apertura al capital privado de Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), la compañía estatal encargada de operar las centrales nucleares del país. La iniciativa, publicada mediante resolución oficial, prevé la venta de una participación del 44 % del paquete accionario. El Estado conservará al menos el 51 % para mantener el control estratégico.
El procedimiento se enmarca dentro de la ley que habilita la incorporación de capitales privados en empresas públicas y fija un plazo de 12 meses para concretar la licitación. Además, se contempla destinar un pequeño porcentaje de las acciones a los trabajadores de la firma, en un esquema de “propiedad participada”.
Con esta decisión, el gobierno busca tanto avanzar en la apertura de la empresa al mercado como recaudar fondos, al tiempo que sostiene que mantendrá el mando en temas nucleares esenciales. El anuncio reavivó el debate sobre la energía de origen atómico, el rol del Estado y la conveniencia de incorporar socios privados en sectores considerados de alta sensibilidad.




















