El concejal Federico Lifschitz planteó la necesidad de avanzar en la creación de una Policía Municipal como parte del proceso de autonomía que Rosario reclama desde hace años. El edil sostuvo que la autonomía “no puede quedar en un concepto simbólico o meramente declarativo”, sino que debe traducirse en herramientas concretas para resolver los problemas cotidianos de los vecinos.
“Queremos que la autonomía municipal tenga sentido real, que sirva para dar respuestas a las situaciones que vivimos todos los días en la ciudad”, explicó Lifschitz. En ese marco, consideró fundamental incluir en la agenda el debate sobre la posibilidad de que Rosario cuente con una fuerza municipal propia, que permita reforzar el control del espacio público y abordar problemáticas que hoy desbordan las capacidades del municipio.
Según el concejal, esta fuerza podría tener equipamiento de menor letalidad, pero con la formación y facultades necesarias para intervenir frente a conflictos urbanos, como los relacionados con trapitos, cuidacoches y actividades ilegales en la vía pública. “No se trata de militarizar la ciudad, sino de dotarla de una herramienta eficaz que actúe con profesionalismo y cercanía al vecino”, remarcó.
Lifschitz señaló que la propuesta busca reflejar “lo que el rosarino vive a diario”, y mencionó que recorrió distintos puntos de la ciudad —como la zona de Pichincha y las inmediaciones de los estadios— donde se repiten casos de extorsiones y pedidos de dinero bajo amenazas a cambio de estacionar los vehículos. “Lo que hicimos fue registrar lo que todos conocemos: situaciones de violencia, aprietes y ocupación irregular del espacio público que se repiten todos los fines de semana”, detalló.
El edil subrayó que estos hechos, además de afectar la convivencia y la seguridad, “ponen en evidencia la falta de control efectivo por parte del Estado” y generan una sensación de abandono entre los ciudadanos. Por eso, insistió en que la discusión sobre una policía local debe formar parte del debate por la autonomía municipal, como herramienta para recuperar el orden urbano y garantizar el derecho a circular y disfrutar de la ciudad sin miedo.
“Rosario necesita recuperar su capacidad de decisión sobre los temas que la afectan directamente. Si logramos que la autonomía sea real y nos permite crear estructuras que respondan a las necesidades locales, habremos dado un paso importante hacia una ciudad más segura, más justa y con mayor autoridad institucional”, concluyó Lifschitz.





















