Empalme Graneros, en el noroeste de la Ciudad, vive horas de conmoción y tristeza tras el crimen de María Florencia González, de 37 años, asesinada a balazos el sábado por la noche en la esquina de Cavour y Ottone. Su hijo de 16 años, que la acompañaba en ese momento, resultó herido y permanece internado en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela. Según las primeras hipótesis, el ataque habría estado dirigido a otra persona y ella fue alcanzada por error.
La víctima, madre de dos hijos y dueña de una pequeña peluquería ubicada a pocos metros del lugar del ataque —donde también vivía—, era reconocida por sus vecinos como una trabajadora incansable y una persona muy apreciada en la comunidad. “No estaba metida en nada raro, era querida por todos”, coincidieron varios habitantes de la zona, que aún no logran comprender lo sucedido.
La Vecinal Empalme Graneros expresó su pesar con un mensaje en redes sociales: “El dolor nos atraviesa de manera desgarradora. Acompañamos a su familia en este inmenso duelo. Abrazamos a sus hijos, a sus padres, amigos y vecinos. No hay consuelo. Le arrebataron una vida maravillosa. Hoy es un día de enojo y profunda tristeza”. El posteo fue acompañado por una foto de María Florencia y recibió decenas de mensajes de apoyo, indignación y tristeza.
Osvaldo, un histórico referente barrial con más de cuatro décadas en la vecinal, describió el clima que se vive: “Hay consternación y miedo. Cuando matan a alguien que no tenía nada que ver, la gente piensa que le puede pasar a cualquiera”.
El domingo, todavía con la noticia fresca, muchos vecinos se acercaron a la familia para ofrecer su acompañamiento. “Se equivocaron, era una piba buena y trabajadora”, repitieron una y otra vez. Desde la vecinal confirmaron que, en las últimas horas, recibieron numerosos llamados de residentes preocupados por la violencia y la sensación de inseguridad que deja este crimen.