Un informe médico entregado a la fiscal del caso reveló que la pequeña de cinco años, que murió el sábado tras ser derivada de urgencia al Hospital de Niños Víctor J. Vilela con un cuadro infeccioso, padecía desnutrición severa. También quedó descartada la hipótesis inicial de abuso sexual, aunque aún se investiga el origen de la sepsis que desencadenó el desenlace fatal.
La menor había ingresado en estado crítico alrededor de las 15.30, proveniente de un centro de salud de la zona sudoeste de la ciudad. Pese a los intentos de reanimación por parte del personal médico, falleció a los pocos minutos.
Al momento de la atención, los profesionales observaron lesiones en la zona genital que generaron sospechas de un posible abuso. De inmediato dieron aviso a la policía, lo que motivó la intervención de la fiscal Marisol Fabbro, integrante del Equipo de Violencias Altamente Lesivas del Ministerio Público de la Acusación. En ese contexto, la funcionaria ordenó la demora preventiva de la madre de la niña, de 25 años, y de su pareja, de 28, además del secuestro de sus teléfonos celulares. Sin embargo, una vez finalizadas las primeras medidas, ambos recuperaron la libertad.
El primer examen forense realizado en el Instituto Médico Legal no permitió determinar si las lesiones eran compatibles con violencia sexual, por lo que se dispuso la realización de la autopsia con estudios complementarios. Finalmente, un segundo análisis presentado el domingo descartó la existencia de abuso, aunque confirmó que la niña sufría una desnutrición marcada.
La fiscalía aguarda ahora los resultados de nuevas pericias para establecer qué provocó el proceso infeccioso que derivó en su muerte. Mientras tanto, la investigación continúa en curso, bajo la conducción de Fabbro, para esclarecer las responsabilidades en el caso.