La crisis sanitaria por la contaminación de fentanilo continúa generando alarma en distintos puntos del país. Según el último Boletín Epidemiológico Nacional, ya se investigan 62 casos clínicos vinculados al uso de esta sustancia en hospitales y centros médicos, de los cuales 38 personas fallecieron.
El epicentro del brote se localiza en Santa Fe, donde se registraron 39 pacientes afectados, mientras que otros 19 casos corresponden a la provincia de Buenos Aires y 2 a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Hasta el momento, no se notificaron casos sospechosos en otras jurisdicciones.
Un patrón común y un mismo proveedor
Todas las personas afectadas habían recibido fentanilo del mismo origen: ampollas producidas por el laboratorio HLB Pharma, cuyo socio coproductor es Laboratorios Ramallo. El medicamento fue administrado como parte de tratamientos médicos habituales, principalmente en unidades de terapia intensiva.
El perfil de los fallecidos revela una mayoría de pacientes varones con un promedio de edad de 57 años. Las muertes ocurrieron entre 2 y 3 semanas después de la administración del fentanilo sospechado. Aunque el vínculo causal directo aún está en estudio, los investigadores confirmaron la presencia de bacterias peligrosas —Ralstonia pickettii y Klebsiella pneumoniae— en las ampollas.
La Justicia apunta a los laboratorios
El juez federal Ernesto Kreplak encabeza la causa y ordenó la inmediata retención de los lotes 31200, 31202 y 31244, todos de uso clínico. También exigió a la ANMAT contactar a todas las droguerías del país para identificar el paradero de los productos, ya sea en stock o ya distribuidos, con el objetivo de retirarlos del circuito sanitario.
En Rosario, una de las sedes allanadas fue la droguería Nueva Era, señalada como distribuidora de parte del lote comprometido.
Uno de los ejes centrales de la causa es un supuesto sabotaje denunciado por HLB Pharma: dos días antes de que ANMAT lanzara su alerta, el laboratorio denunció un ingreso sospechoso a su oficina de control de calidad. Se destruyeron documentos clave y desaparecieron registros de cámaras de seguridad, lo que complicó aún más la trazabilidad de los procesos de producción.
Una advertencia que no fue escuchada
Mientras la Justicia avanza, se conoció una denuncia previa realizada en 2023 por la médica infectóloga Florencia Prieto, del Sanatorio Garat de Concordia. Su equipo detectó un brote infeccioso provocado por ampollas contaminadas de dexametasona, también fabricadas por HLB Pharma. Las muestras contenían la misma bacteria que hoy causa estragos.
A pesar de haber notificado a ANMAT en su momento, la respuesta fue tardía y sin mayores consecuencias. “Nos respondieron que el producto estaba en condiciones, pero sabíamos que no era así. Fue frustrante”, aseguró la especialista.
Qué es el fentanilo y por qué es tan riesgoso
El fentanilo es un opioide sintético extremadamente potente, cien veces más fuerte que la morfina y 50 veces más que la heroína. Su uso está reservado exclusivamente para ambientes clínicos bajo estricta supervisión médica, debido a su altísimo riesgo si es mal administrado o adulterado.
En Argentina, se utiliza desde hace décadas en intervenciones quirúrgicas y tratamientos intensivos, tanto en medicina humana como veterinaria. No está disponible para la venta al público general.
Un brote sin precedentes
Desde el 10 de febrero hasta el 9 de mayo, se registraron todos los casos analizados hasta ahora, en forma retrospectiva. Desde que se emitió la alerta oficial, no se sumaron nuevos casos activos. Sin embargo, la Justicia teme que más ampollas contaminadas puedan seguir en circulación.
La ANMAT suspendió preventivamente a los laboratorios implicados el 13 de mayo y dos días después, la Justicia ordenó allanamientos en todas las sedes relacionadas.
Mientras tanto, avanza la tarea de identificar posibles pacientes infectados en hospitales públicos y privados. También se busca establecer si los fallecimientos reportados tienen una relación directa con las partidas contaminadas.