La crisis financiera del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (IOSFA) recrudeció esta semana en Rosario, cuando clínicas privadas y sanatorios afiliados anunciaron la interrupción de la atención a esos beneficiarios.
La suspensión de prestaciones responde a meses de pagos parciales e incumplimientos acumulados por parte del organismo. Según denunciaron las entidades prestadoras, el saldo adeudado se vuelve insostenible, obligándolas a dejar de aceptar afiliados militarizados hasta regularizar las deudas.
Esta medida afecta no solo a los uniformados, sino también a sus familias, obligando a muchos a afrontar consultas, internaciones o tratamientos de forma privada. La decisión generó gran malestar entre los afiliados, que reclaman una solución urgente ante la falta de cobertura médica básica.
En Rosario, la interrupción de servicios impactó clínicas de guardia, especialidades y prestaciones habituales. Desde los gremios locales se convocaron asambleas y movilizaciones para exigir que se restablezca la atención. Los trabajadores del sistema afirmaron que no solo se trata de una crisis presupuestaria, sino de una falta de planificación institucional que ha dejado sin protección a miles de personas.
El volumen de usuarios afectados crece diariamente. En la región existe la denuncia de que el nivel de deuda alcanzado por IOSFA supera los niveles habituales, y que los cortes podrían avanzar hacia otras localidades si no se encuentra una solución estructural.
Las autoridades del organismo aún no comunicaron un cronograma claro de regularización de pagos ni explicaron cómo se recuperará el sistema. Los afiliados esperan que el Ministerio de Defensa y el gobierno nacional intervengan para evitar que más prestadores abandonen los convenios y se agrave la crisis sanitaria de afiliados de las fuerzas.