El caso por la muerte de la docente, María de los Ángeles Paris, de 45 años, quien murió en la comisaría 10ª de Rosario el 3 de mayo de 2017 tuvo este viernes la absolución de los policías acusados.
Los jueces Florentino Malaponte, Rafael Coria y María Trinidad Chiabrera resolvieron que el comisario Silvio Cortés, la inspectora Susana Domínguez, y los agentes Silvina Gianotti y Damián Zalazar no tuvieron ingerencia en el hecho que desató el fallecimiento de la bibliotecaria de la Escuela Gurruchaga. En tanto, la Fiscalía desistió de acusar a la suboficial Andrea Allovati al entender que no había pruebas en su contra.
Los magistrados consideraron que Paris murió de muerte natural por un paro cardiorrespiratorio por delirio agitado, aseguraron que no hubo asfixia por ahorcamiento y que las lesiones no tuvieron entidad para causarle la muerte. “La intervención policial se mantuvo en el marco del deber”, remarcaron los magistrados.
Asimismo, “aseguraron que la docente murió por una arritmia” y que fue “la evolución fatal de un cuadro previo”. Por último, apuntaron que la mujer “fue víctima de una psicosis” y remarcaron que “no hay evidencia de castigo ni maltrato”.

Erica, hija de la víctima, remarcó que la sentencia “parece un chiste”. “Faltaba que ellos mismos los condecoren a los policías por haber hecho tan bien. Si hicieron todo tan bien, ¿por qué yo no tengo a mi mamá acá? ¿Para qué la esposaron, la dieron vuelta y la dejaron tirada? Después se dieron cuenta de que no respiraba. ¿No es grave dejar a una persona dada vuelta?”, agregó. Luego, comentó que va a apelar el fallo.
“Fue un fallo muy claro y sano, como corresponde”, consideró Angelo Rossini, defensor de los acusados.
Por último, calificó: “Creo que es una resolución sana, que permite por un lado -a quien quiera entenderlo como corresponde- cerrar una etapa y entender que acá no hubo corrupción institucional; no hubo gravedad institucional ni nada por el estilo. También permite remarcar que las actuaciones de los órganos estatales fueron correctas, tanto de la policía; del Instituto Médico Legal y de la Fiscalía. Eso también es importante tenerlo en cuenta, porque durante ocho años se instaló un relato que desprestigió a mucha gente, no solamente a los imputados».




















