El gendarme Héctor Jesús Guerrero, que hirió al fotógrafo Pablo Grillo en una protesta de jubilados en marzo pasado, imcumplió con el protocolo establecido en el manual de las pistolas lanzagases al no apuntar con el ángulo correcto, según la pericia final sobre el acto del uniformado. Dicho disparo, impactó en el cuerpo del trabajador de prensa que hasta día de hoy sigue internado.
La querella había pedido a la jueza María Servini, entre otros puntos, establecer posición, altura, dirección y ángulo del cañón del arma, pistola Modelo Unic Tipo lanza gases Cal. 38.1mm, Serie 00660, al momento del disparo.

“De los elementos aportados y en base a las experiencias realizadas, se pudieron descartar disparos efectuados con un ángulo de inclinación ascendente del arma de 45° y con una inclinación descendente de la misma comprendida entre los 30° y 45°”, se dejó escrito en el informe balístico final.
En consecuencia, se estableció que el gendarme disparó de forma recta, lo que supone una intención no de disuasión en el contexto de una manifestación sino de causar daño directo.
En tanto, Guerrero sigue en funciones ya que el informe interno de Gendarmería se cerró sin sanciones disciplinarias.