Como cada lunes posterior a una jornada electoral, la Municipalidad de Rosario puso en marcha un operativo especial de limpieza para retirar la cartelería y los elementos de propaganda política desplegados durante la campaña. Desde las 7 de la mañana del lunes, equipos del área de Espacio Público comenzaron con las tareas de remoción, aunque esta vez, con una carga de trabajo sensiblemente menor.
Luciano Marelli, referente del área municipal, explicó en diálogo con VersiónRosario que la cantidad de propaganda callejera fue considerablemente inferior a la registrada en elecciones anteriores. “Afortunadamente, esta vez notamos una disminución significativa respecto de comicios pasados. No solo en comparación con las últimas elecciones, sino también con otras instancias previas en la ciudad”, aseguró.
El operativo de limpieza se organiza en dos turnos: 20 personas trabajan por la mañana y otras 20 por la tarde, divididas en cinco sectores para cubrir distintos puntos del ejido urbano. En una primera etapa, los equipos se concentran en zonas emblemáticas y principales avenidas, para luego continuar con los barrios donde aún se detectan afiches, pasacalles y demás elementos de campaña.
Desde el municipio estiman que las tareas se extenderán a lo largo de toda la semana, aunque con un ritmo más ágil gracias al menor volumen de material a retirar. Esta reducción, según explicó Marelli, responde a una combinación de factores. Por un lado, la cantidad de listas en competencia fue menor en esta elección. Además, muchos de los candidatos ya contaban con un alto nivel de conocimiento público, lo que redujo la necesidad de exposición en vía pública. Y, en tercer lugar, se destaca el crecimiento del uso de las redes sociales como canal principal de difusión política.
“La estrategia digital está desplazando progresivamente a los métodos tradicionales. Hoy los candidatos prefieren invertir en campañas segmentadas por redes antes que llenar columnas y veredas de afiches”, señaló el funcionario.
El operativo forma parte del compromiso municipal por mantener el espacio público limpio y ordenado, especialmente tras eventos que suelen generar un impacto visual fuerte como las campañas electorales. Aunque en este caso la propaganda fue menor, el municipio mantiene el protocolo habitual para garantizar que Rosario recupere rápidamente su fisonomía habitual.
Con este despliegue, se busca no solo remover residuos visuales, sino también dar una señal de normalidad institucional y respeto por el entorno urbano una vez concluida la contienda democrática.


















								
				
				
			
