En los primeros diez meses de 2025, Argentina acumuló un déficit en su comercio bilateral con Brasil que superó los US$ 5.000 millones, convirtiéndose en el segundo mayor “rojo” de este siglo para ese lapso.
El desbalance se explica principalmente por una fuerte caída en las exportaciones argentinas hacia Brasil y un sostenido aumento de las importaciones desde el país vecino. En particular, el sector automotriz aparece como uno de los más afectados, tanto por la contracción de las ventas externas como por el crecimiento de las compras.
Este giro negativo contrasta con cifras mucho más moderadas del año anterior, lo que subraya un cambio abrupto en la balanza comercial entre ambas economías. Los analistas lo atribuyen a la combinación de apertura comercial, recuperación económica y cambios en el patrón de intercambio.
La situación genera preocupación porque un déficit de esta magnitud pone presión sobre la moneda, las reservas externas y la competitividad de la industria local. Además, plantea interrogantes sobre la estrategia comercial argentina y su capacidad de sostener el crecimiento sin un mayor equilibrio en su comercio exterior.






















