Al menos 64 personas murieron y más de 80 fueron arrestadas este martes durante un megaoperativo contra el Comando Vermelho (CV), la principal organización criminal de Río de Janeiro. Cuatro policías fallecieron y ocho resultaron heridos mientras se realizaba la última fase de la Operación Contención, diseñada para frenar la expansión del narcotráfico en la ciudad.
El operativo movilizó a 2.500 agentes de la Policía Civil y Militar, con 32 vehículos blindados, helicópteros y drones, y tuvo como objetivo ejecutar 100 órdenes de arresto. Entre los detenidos figuran Thiago do Nascimento Mendes, alias Belão do Quitungo, y Nicolas Fernandes Soares, operador financiero de uno de los líderes del CV. Además, se incautaron armas, drogas y vehículos usados para los enfrentamientos.

Según reportes locales, los criminales montaron barricadas y atacaron a los policías incluso con drones armados. Los vecinos denunciaron que hubo cadáveres en las calles y que el acceso a las zonas altas de las favelas estuvo restringido, mientras familiares aguardaban el reconocimiento de las víctimas. La operación se desarrolló en los complejos de Alemão y Penhaque, en la zona norte de Río.
El gobernador Cláudio Castro calificó la acción como “una defensa del Estado” y reclamó apoyo del gobierno federal, que habría negado asistencia de la Marina y el Ejército. Por su parte, el Comando Vermelho, fundado en los años 70 y dedicado al narcotráfico y al crimen organizado, sigue controlando partes de la ciudad a pesar de la presión policial y la competencia con facciones rivales como el PCC y el TCP.

























