En Rosario, agentes de Gendarmería, Ejército, Prefectura y otros pertenecientes a las fuerzas federales se encontraron sin atención médica en clínicas privadas luego de que Iosfa dejara de cubrir servicios. Esto se produjo por incumplimientos en los pagos hacia prestadores y una deuda creciente.
La delegación local de Iosfa concentra alrededor de 20.000 afiliados en la zona sur de Santa Fe, quienes observaron el recorte de prestaciones mientras centros de salud privados rechazaban las fichas de afiliados federales.
En ese contexto, los responsables del servicio social reconocieron un pasivo nacional que supera los 240 mil millones de pesos. La crisis financiera ya había impactado en la provisión de medicamentos de alto costo, la demora en pago a médicos y laboratorios, y la imposibilidad de sostener operaciones normales.
Frente al reclamo, ATE Rosario encabezó protestas frente a la sede de Iosfa para exigir la restitución inmediata de la cobertura. Como resultado de esas acciones, la atención sanitaria se reanudó parcialmente, aunque los trabajadores advirtieron que continuarán movilizados hasta lograr una solución definitiva.





















