Con velas y corazones violetas en alto, decenas de médicos y residentes del Garrahan exigieron una recomposición salarial y condiciones de trabajo dignas. En el suelo, imágenes de pequeños pacientes atendidos en el hospital reforzaban el mensaje.
La convocatoria se dio tras un anuncio informal del hospital, difundido por redes sociales y el ministro de Salud Mario Lugones, que mencionaba un aumento salarial para residentes a partir del 1° de julio. Sin embargo, los trabajadores denunciaron que no recibieron ninguna propuesta formal y decidieron continuar con las medidas de fuerza.
“Nos ofrecieron un bono no remunerativo de $300.000 para llegar a $1.300.000, pero sin dejar constancia en el recibo de sueldo”, explicó Lucía Balzarotti, residente de segundo año. Jessica Hung, residente de pediatría, remarcó que aún con el bono no se equiparan los salarios con los de CABA, donde un R1 cobra $1.353.000.
Desde el Ministerio de Salud aclararon que el incremento proviene del hospital y no del ministerio. Aún así, los jefes de servicio respaldaron el reclamo y señalaron que “no hay una propuesta formal de recomposición integral ni para residentes ni para médicos de planta”.
En paralelo, se conoció que el fiscal Guillermo Marijuan imputó al ministro Lugones tras una denuncia de Elisa Carrió y Marcela Campagnoli, por presuntas irregularidades en el manejo del Garrahan y el intento de remover al Consejo Directivo del hospital en octubre de 2024.
Mientras tanto, los residentes decidirán en asamblea si aceptan el bono o mantienen el paro. El conflicto sigue abierto y la atención médica, en riesgo.