Se quejó en X del catering de una graduación y desató una catarata de reclamos: “$100 mil por papas recalentadas”

La temporada de graduaciones suele ser sinónimo de celebración, fotos y familia. Pero en Rosario, una cena de egresados terminó convertida en tema de conversación masiva en redes sociales: la comida.

En las últimas horas, un hilo en X (ex Twitter) se viralizó tras la publicación de una imagen del plato principal servido en una graduación realizada en el Salón Metropolitano. En el texto que acompañó la foto, el usuario sostuvo que el “catering en graduaciones” del lugar habría estado a cargo de Martha Cura y familia, y bautizó irónicamente el plato como “sobras del Penal de Piñero”, con papas recalentadas y una preparación que describió como “incomible”. El dato que terminó de potenciar la indignación: “tarjeta cercana a las 100 lucas”. A su vez, apuntaron a la bebida, calificada como de “etiquetas de dudosa procedencia”.

Lo que comenzó como un reclamo puntual se transformó rápidamente en un efecto dominó. Bajo el posteo original, otros usuarios aseguraron haber vivido experiencias similares en graduaciones recientes, también realizadas en el Metropolitano: hablaron de porciones escasas, calidad deficiente y un menú que no estaría a la altura del valor pagado de la tarjeta.

“Lo padecí la semana pasada”, escribió uno de los participantes del hilo. Otro sumó que “cualquiera sea el catering, siempre es una garcha” y describió el servicio como “todo de cuarta”. También aparecieron comentarios sobre la barra de tragos, con críticas a las bebidas ofrecidas, y una frase que se repitió en distintas variantes: por esa plata, esperaban otra cosa.

Además del plato principal, el hilo sumó cuestionamientos al cierre de la cena. Un usuario relató que el postre “se supone que es un brownie con helado”, pero que terminó siendo “un bizcochuelo de chocolate seco y duro con una especie de mousse pastosa”. Otra asistente reforzó la idea: dijo que la torta fue “de las cosas más incomibles” que probó, y comparó el menú con una comida “más de camping de invierno que de fiesta de graduación”.

En la discusión apareció un punto central: la relación precio-calidad. En eventos donde el costo por persona puede ser significativo y el festejo tiene un componente emocional fuerte, la expectativa sube. Por eso, la sensación de “estafa” o “afano” —término utilizado por algunos usuarios—.

También se coló un debate sobre cómo se estructura el negocio de las graduaciones: si hay “paquetes cerrados”, cuánto margen real tienen las familias para elegir opciones, y quién responde cuando el servicio no cumple.

Qué se sabe y qué falta

Por ahora, las acusaciones y señalamientos circulan en redes sociales y se basan en testimonios de asistentes. En ese marco, varios usuarios apuntaron a que el catering del Metropolitano sería el de Martha Cura, aunque no se difundió documentación del contrato ni hubo, hasta el momento, una confirmación desde la firma mencionada o desde el salón.

Lo que sí quedó claro con la viralización es la pregunta que atraviesa el enojo:

¿Cómo puede ser que, con tarjetas de $100.000 por persona, tantos usuarios describan la comida como mala o directamente incomible?

Mientras tanto, el tema sigue creciendo en X, con más relatos sumándose al hilo original y un malestar que, en pleno cierre de año, amenaza con convertirse en el “boca a boca” menos deseado para el circuito de fiestas de egresados en Rosario.