La presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, anticipó que esta semana podría tratarse la ordenanza enviada por el intendente Pablo Javkin para reducir significativamente la carga económica que enfrentan los taxis en Rosario. La iniciativa busca eliminar diversos costos administrativos que hoy pesan sobre el sector, en un intento por mejorar su competitividad frente a las aplicaciones de transporte como Uber.
Según explicó Schmuck, el proyecto propone suprimir tasas y cánones como los de renovación, transferencia, desinfección e inspección obligatoria, y además permitir que dichas inspecciones puedan realizarse en lugares habilitados fuera del municipio. También se contempla un sistema de controles aleatorios a cargo del Estado local.
Una de las medidas es la incorporación de una tarifa variable: los taxis podrían aplicar descuentos de hasta un 35% o aumentos del mismo porcentaje según la franja horaria o la demanda del servicio. El objetivo es incentivar la disponibilidad de unidades en horarios nocturnos o de baja oferta, similar al funcionamiento dinámico de las plataformas digitales.
“Si los taxistas tienen la posibilidad de subir la tarifa en ciertos momentos, probablemente decidan salir a trabajar y así podríamos contar con más autos circulando en la ciudad”, argumentó Schmuck.
Consultada sobre el avance de Uber y otras aplicaciones, la concejala fue categórica: “¿Quién soy yo para bajar a un rosarino de un auto cuando no puede pagar una tarifa más cara? La gente elige estas opciones porque no tiene plata y le cuestan tres veces menos”. En esa línea, destacó la necesidad de repensar el sistema de transporte público en su conjunto, en lugar de insistir con modelos de control que resultan difíciles de aplicar.
“Hay que dejar de poner el foco solo en los controles y ser más imaginativos. Este proyecto de ordenanza es una oportunidad para pensar alternativas que mejoren la calidad del servicio público”, concluyó Schmuck.
La propuesta llega en un contexto de fuerte debate entre los distintos actores del transporte en Rosario, donde la irrupción de aplicaciones digitales ha generado tensiones con los taxistas tradicionales. La iniciativa oficial busca dar respuesta al reclamo del sector, sin perder de vista las nuevas dinámicas de consumo y movilidad urbana.