Bajo el modelo de Los Simpsons cuando el capítulo que muestra a una futura Lisa como presidenta decide hablar de “un ajuste temporal reembolsable” en lugar de decir que habría que pagar un nuevo impuesto, la lógica libertaria busca una vez más la fórmula de nombre simpático para el trago amargo.
La palabra casta desapareció prácticamente en este último tiempo del Gobierno, quizás porque el brete en el que se metió Milei queriendo “eliminar al kirchnerismo en su cara y en su cancha (Buenos Aires)” le salió tan mal que tuvo que meter la palabra cuca hasta el hartazgo en modo campaña en lugar de seguir surfeando la ola como venía antes de decidir nacionalizar la elección en el distrito bonaerense.

“El ajuste lo va a pagar la casta” era una de sus grandes frases que muchos tomaron como bandera, aunque los meses de gobierno pasaban y las medidas contra la casta no llegaban. Los memes empezaron a jugar con “soy casta” porque las medidas de ajuste llegaban para jubilados, maestros, médicos, discapacitados, universidades… todo lo que en líneas generales uno trata de cuidar en cualquier universo, quedaba denostado en la lógica libertaria ante los terroristas golpistas que quieren romper el equilibrio fiscal.
El salario dinámico es muy parecido a la flexibilización laboral de los 90 que tampoco trajo nada bueno de lo que se espera ahora. Por más edulcorante que le pongamos a la cosa, si partimos de la base que lo que hoy es piso salarial mañana pasa a ser techo… en ningún universo posible esto beneficia a un trabajador. Si a eso le agregamos la posibilidad de negociar solo en lugar de hacerlo de forma colectiva… casi que ahora suena a un tema de Los Rodríguez que hablaba de que “esta si es una dulce condena”.
La ausencia prácticamente total de una clase media consumidora que se ha vuelto completamente empobrecida por los salarios a la baja demuestra que sin lugar a dudas no estamos ante un Gobierno Nacional que esté buscando alternativas vinculadas al consumo con una reforma que mejore los salarios de los trabajadores.
¿El panorama actual a nivel laboral es bueno? Claramente no, no solamente por la cantidad de cierre de empresas, pymes y suspensiones laborales, sino porque la precarización laboral avanza cada vez con mayor fuerza disfrazada de aplicaciones cool que no pagan ni las herramientas de trabajo. Lo actual es malo, pero sin lugar a dudas un “salario dinámico” no parece ser una solución más cuando ese dinámico tiene mucho olor a dinamizar para abajo.
Haciendo una analogía con lo que ocurre actualmente con las rutas nacionales y su calamitoso estado actual, desde hace por lo menos 20 años nos quejamos del mal estado de las rutas, sin embargo nunca imaginamos que podíamos empeorar eso y desde hace dos años, la ruta 33 por citar un caso, logró romper ese récord.
Como dijo el abogado laboralista Sebastián Serrano Allou en radio LT3 “A veces pareciera que para este Gobierno no existiera la Constitución Nacional. Esto que proponen viola la Constitución, los tratados internacionales y los convenios de la OIT que establecen la existencia de un salario mínimo, vital y móvil”.