En una sesión de alto voltaje político, la Convención Reformadora de Santa Fe aprobó cambios sustanciales en la Carta Magna provincial que consagran la autonomía plena de los municipios. A partir de esta decisión, todas las comunidades organizadas podrán ser reconocidas como municipios, y aquellas que superen los diez mil habitantes tendrán la facultad de redactar su propia carta orgánica.
La votación concluyó con 50 adhesiones, 15 rechazos y cuatro ausencias. Entre los ausentes se contó al propio gobernador, lo que no impidió que se alcanzara la mayoría necesaria. El paso es considerado histórico, ya que abre la posibilidad de que Rosario y otras grandes ciudades de la provincia cuenten con un marco normativo propio, adaptado a sus realidades y necesidades.
Las cartas orgánicas locales deberán definir la estructura de gobierno, los mecanismos de democracia directa, las formas de integración regional y las vías de reforma futura. También regularán el financiamiento municipal, que deberá sostenerse con recursos tributarios propios, servicios, coparticipación, transferencias y acceso al crédito.
La aprobación de la autonomía municipal representa un cambio profundo en el esquema político santafesino y sienta las bases para que las ciudades más pobladas comiencen a delinear sus propias constituciones locales, un reclamo histórico que ahora quedó habilitado por la nueva Constitución provincial.
