Durante la madrugada del jueves, un nuevo episodio de violencia volvió a sacudir al complejo habitacional ubicado en la intersección de Donado y Magdalena Güemes, en el barrio Antártida Argentina, al noroeste de Rosario. Se trata del segundo ataque a balazos registrado en el mismo lugar en menos de 48 horas.
El hecho ocurrió minutos antes de la 1 de la mañana, cuando varios vecinos alertaron al 911 tras escuchar múltiples detonaciones. Al llegar al lugar, agentes policiales confirmaron que se trataba de una nueva balacera y encontraron 13 vainas servidas esparcidas en la vía pública. Afortunadamente, no se reportaron personas heridas.
Este nuevo ataque se suma al ocurrido el pasado martes por la tarde, cuando dos individuos dispararon reiteradas veces contra las fachadas del mismo conjunto de viviendas. En esa oportunidad, la Policía secuestró 17 vainas de calibre 9 milímetros y constató ocho impactos de bala en distintos departamentos, aunque tampoco se registraron víctimas ni detenidos.
La reiteración de estos ataques genera preocupación entre los residentes de la zona, quienes conviven con el temor de que la violencia vuelva a escalar. Pese a la presencia policial tras el primer incidente, los tiradores lograron actuar nuevamente sin ser identificados ni capturados.
Por el momento, los investigadores no descartan ninguna hipótesis, aunque trabajan sobre la posibilidad de que ambos episodios estén vinculados a disputas territoriales o intimidaciones vinculadas al narcotráfico.
El barrio Antártida Argentina se encuentra a escasos metros de la avenida de Circunvalación, una zona donde en los últimos años se han incrementado los hechos de violencia armada. Desde el Ministerio Público de la Acusación, junto con la Policía de Investigaciones, se intenta reconstruir lo sucedido a través del relevamiento de cámaras de seguridad y testimonios vecinales.
Mientras tanto, la preocupación crece en el Fonavi, donde las familias piden mayores garantías de seguridad y respuestas urgentes ante la escalada de hechos que, aunque no han dejado heridos, evidencian un claro mensaje de amedrentamiento.