La Legislatura santafesina autorizó este jueves al gobernador Maximiliano Pullaro a tomar deuda por hasta mil millones de dólares para ejecutar obras de infraestructura. También se aprobó un préstamo de 150 millones de dólares otorgado por la Corporación Andina de Fomento (CAF) para mejorar los accesos a los puertos del Gran Rosario. Ambas iniciativas fueron sancionadas, aunque no sin tensiones, ya que la sesión derivó en un cruce inesperado entre el oficialismo y el exgobernador Omar Perotti, quien rompió su habitual silencio legislativo.
Si bien el crédito de la CAF fue respaldado de forma mayoritaria, la autorización para emitir bonos en el mercado financiero internacional solo fue acompañada por dos diputados independientes, lo que dejó al oficialismo votando prácticamente en soledad. Esta diferencia de posturas provocó reproches por parte del bloque oficialista, que esperaba una mayor colaboración de la oposición, especialmente del sector referenciado en Perotti, que había acompañado otras leyes importantes del actual gobierno.
Perotti, en su intervención, cuestionó el volumen del endeudamiento y la falta de precisiones sobre el destino de los fondos. Consideró más prudente recurrir primero a créditos en moneda local y recordó que durante su gestión, en contextos de pandemia y sequía, se les exigía más rigurosidad para obtener financiamiento. Además, advirtió sobre los costos del endeudamiento internacional, que podrían superar el 10% de interés anual, en comparación con la tasa del 6% del préstamo de la CAF.
Desde el oficialismo, el diputado socialista Joaquín Blanco defendió la necesidad del endeudamiento, señalando que los recursos serán destinados a un plan estratégico que la provincia sostiene desde 2008, y que incluye gasoductos, rutas, acueductos y hospitales. La distribución del crédito será 50% para infraestructura productiva, 25% para infraestructura social y 25% para seguridad pública. También se creará una comisión bicameral para supervisar el destino de los fondos.
La radical Jimena Senn destacó que el bajo nivel de deuda de Santa Fe permite afrontar esta toma de crédito sin comprometer las finanzas. Y recalcó que el objetivo es reducir desigualdades territoriales y brechas sociales.
El oficialismo explicó que la urgencia por avanzar en la colocación de bonos responde a una “ventana de oportunidad” que se cerraría en julio, por las vacaciones en EE.UU. y las elecciones legislativas. Pero Perotti desestimó ese argumento y advirtió que “el que presta dinero lo hace todo el año”, reclamando mayor seriedad en el planteo.
A pesar del enfrentamiento, el exgobernador anunció que acompañará a Pullaro a la audiencia de conciliación con Nación convocada por la Corte Suprema el 25 de junio, en el marco del reclamo por la deuda que la ANSES mantiene con la provincia. Según el mandatario actual, el monto en disputa oscila entre 800 mil millones y 1,2 billones de pesos. “No nos vamos a arrodillar ante Nación”, remarcó Pullaro, quien ahora deberá conseguir el visto bueno del gobierno nacional para concretar la operación.
