El concejal Hernán Calatayud, del Partido Demócrata Progresista (PDP), presentó un proyecto en el Concejo Municipal para que el Ejecutivo local esté obligado a eliminar de manera inmediata toda inscripción, símbolo o pintada en el espacio público que contenga mensajes de odio, ofensivos o discriminatorios hacia personas o colectivos.
La propuesta contempla expresiones que aludan a cuestiones de religión, etnia, nacionalidad, género, orientación sexual, identidad de género, discapacidad, edad, ideología u otras condiciones personales. El objetivo de la norma es promover la convivencia ciudadana y evitar que este tipo de manifestaciones generen malestar o escalen en conflictos sociales.
“En muchas ciudades del mundo, incluso en algunas de Argentina y en municipios vecinos a Rosario, ya existen ordenanzas que obligan a limpiar con rapidez cualquier expresión que fomente la segregación o el odio. Nosotros queremos que Rosario también cuente con una herramienta concreta para actuar ante estos casos”, sostuvo Calatayud en diálogo con VersiónRosario.
El proyecto contempla que el municipio pueda establecer convenios con organizaciones sociales o entidades especializadas para acelerar la remoción de las pintadas, priorizando la eficacia de la intervención y el impacto en los entornos urbanos más expuestos.
“Todo lo que transmite odio, en una pared, en una esquina, puede sembrar malestar, dividir a la sociedad y multiplicar el rechazo. Por eso es fundamental que se borre rápidamente, antes de que contagie más violencia o intolerancia”, explicó el edil.
La iniciativa no sólo apunta a una cuestión de valores y respeto a la diversidad, sino también al embellecimiento y cuidado del espacio urbano. “Al actuar rápido, además de evitar la propagación del odio, contribuimos a tener una ciudad más limpia y ordenada. Esto también es parte de construir una Rosario más habitable”, agregó.
El proyecto se encuentra en tratamiento en comisiones y se espera que llegue al recinto en las próximas sesiones. Calatayud confía en que contará con el apoyo del resto de los bloques, ya que “no se trata de una cuestión ideológica, sino de una necesidad colectiva para vivir en armonía”.