El trabajador, identificado como M.R., fue detenido el lunes luego de un operativo policial que buscó contener a un grupo de padres enfurecidos que se presentó en el establecimiento tras conocerse la denuncia. El episodio generó gran conmoción en la comunidad educativa y también es investigado por la Justicia.
Durante la audiencia, la fiscal del caso lo imputó por los delitos de corrupción de menores en grado de tentativa y abuso sexual simple. Según la acusación, el portero habría mostrado imágenes de contenido sexual a seis alumnos de entre 11 y 12 años, y a uno de ellos le habría realizado un tocamiento.
El acusado negó los cargos y el juez resolvió dejarlo en prisión preventiva hasta el 3 de febrero, mientras continúa la investigación. Restan pruebas clave, entre ellas la declaración de los alumnos en Cámara Gesell y el análisis del celular del imputado.
Desde el Ministerio de Educación provincial informaron que el trabajador fue apartado preventivamente de su cargo mientras avanza el proceso judicial.






















