Un proyecto que contempla la construcción de una cancha de golf en el Bosque de los Constituyentes generó alarma entre organizaciones ambientalistas de Rosario. Bajo el nombre de “Golf Sostenible”, la iniciativa es impulsada por el Rosario Golf Club, la Fundación Rosario, el Gobierno de Santa Fe y la Municipalidad de Rosario, y se presenta como una propuesta de perfil social y sustentable. Sin embargo, desde Taller Ecologista y otras agrupaciones advierten que representa un nuevo avance sobre uno de los pulmones verdes más importantes de la ciudad.
“El Bosque de los Constituyentes, junto al Arroyo Ludueña, conforma un área natural protegida clave en el entramado ambiental rosarino. Para las organizaciones, la propuesta vulnera las normativas vigentes de resguardo del ecosistema y contradice el espíritu del plan de manejo integral del área, que fuera declarado de interés municipal el año pasado”, señaló en diálogo con VersiónRosario, Florencia Sívori, abogada del Taller Ecologista.
La preocupación no es nueva. Según manifestaron desde Taller Ecologista, ya se han realizado intervenciones que redujeron la superficie original del bosque, como la instalación del IMUSA, el autódromo municipal y la cesión de terrenos para una asociación de equinoterapia. “¿Cuánto más se puede seguir cediendo sin comprometer el equilibrio ambiental?”, cuestionan.
Además del fondo ecológico, también hay cuestionamientos en torno a la falta de transparencia. En marzo, las organizaciones presentaron pedidos de información al Concejo Municipal y al Ejecutivo local, solicitando detalles sobre el proyecto, la realización de estudios de impacto ambiental y la posibilidad de abrir el debate a la ciudadanía. A casi dos meses, aseguran que no recibieron respuesta formal alguna.
“Lo único que obtuvimos en una reunión con concejales fue que se trataría de un proyecto viejo, pero no hay confirmación oficial. Nos preocupa la forma sigilosa con la que se avanza en una iniciativa de tal magnitud, sin información ni participación ciudadana”, advirtieron.
Desde los sectores críticos también señalan una contradicción con los compromisos asumidos por el propio municipio. “En lugar de avanzar con el plan de manejo integral del bosque, vemos cómo se impulsa una intervención que podría afectar seriamente el ecosistema”, explicaron desde Taller Ecologista.
El reclamo se centra ahora en tres puntos clave: acceso a la información pública, evaluación ambiental rigurosa y apertura del debate a vecinos y organizaciones. Exigen que se respete el carácter protegido del área, tanto en lo que refiere al bosque como al arroyo, y que se cumplan las ordenanzas que regulan su uso.
El futuro del Bosque de los Constituyentes vuelve a estar en discusión. Mientras tanto, crece la presión social para que las autoridades frenen el avance del proyecto hasta que se garantice la participación ciudadana y se evalúen con seriedad los posibles impactos. En medio de una crisis climática global, el destino de este espacio verde se convierte en símbolo del rumbo que la ciudad elige tomar.
