El conflicto aceitero se agravó tras el desalojo de Prefectura a una protesta gremial en la planta Explora de Puerto San Martín. En respuesta, el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) y la Federación Aceitera lanzaron un paro nacional, deteniendo la producción en todas las fábricas del país.
El sector empresarial, sorprendido por la huelga, señaló que el conflicto no está vinculado a la conciliación obligatoria vigente. “Es ilegal cortar las plantas”, dijo Gustavo Idígoras, de CIARA.
Con la industria paralizada, la exportación de granos y biocombustibles quedó en pausa, afectando la economía en plena crisis de reservas y negociaciones con el FMI. El gremio advirtió que no retomará actividades sin garantías de respeto a sus derechos.