General Motors anunció que frenará provisoriamente la producción en su fábrica ubicada en Alvear desde el próximo 25 de marzo hasta el 14 de abril. Esta decisión, informada de manera oficial por la empresa, tiene como objetivo ajustar la cantidad de vehículos que exporta hacia Brasil, el principal destino de la producción local.
El país vecino, que representa el mercado más importante para la planta situada en el Gran Rosario, enfrenta una fuerte depreciación del real, lo que provoca que los vehículos argentinos sean menos competitivos debido al aumento de costos al cambio. Esta situación impacta directamente en el volumen exportado desde la Argentina hacia territorio brasileño.
La caída en las exportaciones sumada a la crisis del mercado doméstico argentino, aunque esta última tenga un menor impacto directo sobre la fábrica de Alvear, motivó esta nueva pausa en las actividades productivas. Cabe destacar que General Motors ya venía trabajando con una capacidad notablemente disminuida desde el año pasado.
En efecto, durante enero de 2024 la compañía implementó un plan de retiros voluntarios dirigido a sus empleados. Según las estimaciones internas, se proyecta para el año 2025 una reducción de aproximadamente el 50% en el volumen de producción, lo cual podría resultar en la pérdida de cerca de 300 empleos.
A lo largo de 2024, la planta automotriz debió detener sus operaciones en varias oportunidades debido a la drástica caída en los niveles de producción. Como referencia, la estimación anual de fabricación para el presente año pasó de 430.000 unidades previstas inicialmente a 330.000.
Vale mencionar que General Motors ya había interrumpido previamente la producción desde fines de diciembre del año pasado hasta principios de marzo de 2024. Posteriormente, volvió a suspender las actividades entre el 27 de marzo y el 14 de abril por inconvenientes vinculados al abastecimiento de piezas, resultado de las dificultades en los pagos al exterior que enfrentan algunos proveedores.
Actualmente, la planta rosarina se dedica exclusivamente a producir el modelo Tracker, un vehículo del segmento SUV. Sin embargo, hacia fines de abril se prevé una nueva interrupción temporal de una semana más. Los datos del primer trimestre del año evidencian una realidad preocupante: la producción disminuyó en un 23%, consecuencia directa tanto de una reducción en la demanda interna como en los envíos al exterior.