Seis personas quedaron detenidas en los últimos días luego de una serie de allanamientos en Nuevo Alberdi, donde la Policía de Investigaciones secuestró doce armas de fuego -entre ellas un fusil AR-15 de fabricación estadounidense-, cocaína y un terreno usurpado. La causa, encabezada por el fiscal Ignacio Hueso, apunta a dos jóvenes ligados al clan Romero, una banda con amplio prontuario en la zona norte. Mientras tanto, uno de sus líderes permanece prófugo.
En una vivienda precaria del barrio, el arsenal y la droga estaban bajo custodia de tres personas -Lorena G., Maite S. y Lucas T.- quienes quedaron detenidas por un mes mientras se define si forman parte de la organización o si solo guardaban el material para terceros. La investigación se da en un contexto de creciente preocupación por la aparición de fusiles de guerra en manos de grupos locales, luego de operativos recientes donde se secuestraron armas similares en casos vinculados a distintos narcos de la región.
Los allanamientos también tenían como objetivo capturar a Maximiliano “Melli” Romero, acusado de ordenar la usurpación de un terreno y antiguo condenado por el homicidio de un almacenero en 2017. Romero, hermano de Hernán “Lichi” Romero -líder de la banda y condenado a 29 años-, logró evadir a los investigadores y sigue con pedido de captura vigente. La Justicia evalúa nuevas medidas para dar con su paradero y determinar el rol de cada uno de los involucrados en los hechos.






















