La empresa responsable del daño que dejó a gran parte de Rosario sin agua el fin de semana será sancionada. Se trata de la contratista Pose SA, que ya venía siendo objeto de cuestionamientos en el sector de la construcción por su política de ofertar valores muy por debajo de los presupuestos oficiales, lo que le permitió quedarse con una importante cantidad de obras públicas durante el último año.
La compañía, en unión transitoria con Tecma, fue adjudicataria en octubre pasado de una de las obras más relevantes de Aguas Santafesinas: la renovación de 8.600 metros de cañerías de hierro fundido en el centro rosarino, utilizando el método de reinserción (craking). El presupuesto oficial era de $5.690 millones, pero Pose y su socia se impusieron con una propuesta 40% más barata. Las demás ofertas estaban entre un 25 y 30% por debajo del monto previsto, pero no lograron competir con ese recorte tan agresivo.
En ese entonces, empresarios del rubro alertaron al Ministerio de Obras Públicas sobre el riesgo que implicaban esas diferencias tan marcadas. Temían que esa estrategia provocara, con el tiempo, problemas operativos, baja calidad en los trabajos o incluso renegociaciones contractuales. Pese a los señalamientos, desde la gestión de Maximiliano Pullaro celebraban la competencia por generar “ahorros para destinar a más obras”.
Desde la empresa, justificaban sus precios asegurando que sus socios reinvertían todo en la operativa y no acumulaban patrimonio personal, lanzando una crítica solapada a sus competidores. También debieron responder a acusaciones de no ser una firma santafesina, hecho que les permitiría acogerse al régimen de “compre provincial”. Pose SA defendió su pertenencia local recordando que fue fundada en Rosario y que había tenido que salir a buscar contratos en otras provincias por falta de oportunidades en Santa Fe.
Tras el siniestro ocurrido en la intersección de Urquiza y Alvear, la titular de Aguas Santafesinas, Renata Ghilotti, confirmó que la empresa será sancionada. “Va a ser multada como corresponde”, afirmó en declaraciones a Radio 2. También reconoció que los planos con los que trabajaban no indicaban con precisión la ubicación de los caños en ese sector.
Mientras tanto, crece la incertidumbre sobre el cumplimiento de los plazos en otras obras adjudicadas a la misma empresa, como el tercer carril de la autopista a San Lorenzo, cuya entrega estaba prevista para noviembre. Con los retrasos evidentes, la pregunta ahora es si lograrán llegar a tiempo.