No es campaña del miedo, son las voces de Milei las que asustan

Los referentes de La Libertad Avanza plantean un escenario para “votar sin miedo”, aduciendo a una campaña sucia de mentiras por parte del oficialismo. El detalle no menor, es que la supuesta campaña del miedo, toma testimonios reales del candidato a Presidente o de referentes directos de su partido, similar a lo que le ocurrió a Losada en la campaña electoral que finalmente definió a Maximiliano Pullaro como Gobernador de Santa Fe.

Las citas textuales, frases y recortes de entrevistas periodísticas televisivas que se comparten en redes sociales con postulados que muestran la postura de Javier Milei y de muchos miembros destacados de su partido que serán legisladores a partir del 10 de diciembre son reales. No son inventos creados por inteligencia artificial o edición no lineal. Incluso algunos de estos postulados “de miedo”, todavía hoy figuran como preceptos de la Libertad Avanza en su web oficial.

La difamación comienza cuando uno inventa cosas que dijo el otro. En el caso del “por si o por no” de Sergio Massa a Javier Milei en el debate presidencial, la “campaña del miedo no aplica” sino que responde lisa y llanamente a una pregunta que todo el espectro político, periodístico y académico sincero se hace debido a que Javier Milei hizo una campaña de motosierra hasta las generales, y tras el discurso de cierre de esa noche post elecciones generales hasta hoy, sus ejes cambiaron por completo y en un solo video leído, dijo prácticamente todo lo contrario a lo que venía proponiendo sin brindar ninguna explicación en el camino.

Básicamente, quien planteó que vamos a talar y reventar todos los bosques con esta motosierra, ahora se presentaba con un serrucho de mano diciendo que hay que cortar algunas ramas para que pase un poco más de luz. Es un vegano que una noche sin mediar explicaciones, con la mejor cara de pocker se pidió en el restaurante una milanesa con papa fritas sin decir el motivo por el cual acaba de romper su dieta habitual.

La pregunta es lógica, correcta y el miedo aplica a qué no es lo mismo el Milei con endulcorante, que el Milei en estado puro, o para este caso sin la palabra estado mejor. Si en algún momento hubiera aparecido un planteo del tipo “estuvimos analizando con referentes de la oposición y creemos que nuestras propuestas eran demasiado radicalizadas, y creemos que el camino es este otro”, eso sería otra cosa y hasta un gesto democrático.

Sin embargo, lo que tenemos enfrente es un candidato a presidente con un gesto que parece estar contenido y mordiéndose los labios para no decir lo que siente, mientras que desde la candidata a vicepresidenta para abajo, las ideas “liberales” y posiciones extremas siguen dominando la agenda. No, no es campaña del miedo, son sus propias voces las que asustan.