El gobierno provincial relacionó los hechos violentos ocurridos el pasado lunes en Rosario con un supuesto reordenamiento en las estructuras criminales del narcotráfico, y aseguró que está adoptando todas las medidas necesarias para evitar un nuevo brote de violencia. Según voceros oficiales, este martes se reunirá con el Ministerio Público de la Acusación para revisar los pasos a seguir, dado que “cuando comienzan estos hechos tienden a generar otros”.
En conferencia de prensa, el secretario de Seguridad Pública, Omar Pereira, señaló que, si bien todavía no se identificaron los responsables puntuales del episodio, la hipótesis principal es que bandas enfrentadas intentaban recuperar territorios de venta o rutas de distribución de drogas. “Estamos atendiendo cada línea de investigación, reforzando los operativos y monitoreando zonas críticas para impedir que este ajuste de poder derive en una ola de asesinatos o ajustes armados”, afirmó.
La funcionaria explicó que los operativos ya desplegados incluyen patrullajes en áreas periféricas de Rosario, intensificación de controles de inteligencia y coordinación entre fuerzas provinciales y federales. Además, adelantó que se solicitará al Ministerio de Seguridad de la Nación apoyo técnico y logístico para tareas de seguimiento de grupos vinculados al narcotráfico.
Vecinos de distintos barrios denunciaron que, desde el lunes, perciben una mayor circulación de vehículos sospechosos y presencia de gente armada, lo que coincidió con varias balaceras e incidentes de alto impacto. Algunas de esas detonaciones están siendo investigadas como posibles “avances” o “advertencias” entre facciones que disputan la zona.
Las autoridades insistieron en que, pese a la tensión, la gestión mantiene rates de homicidios controladas y que los planes de prevención cuentan con fondos y recursos activos. No obstante, reconocieron que la situación es “delicada” y que la coordinación debe acelerarse para evitar que un ajuste de poder criminal se convierta en un desborde generalizado.
En conclusión, el gobierno planteó este lunes los hechos como parte de un ciclo de violencia propio de reorganizaciones criminales y anunció una respuesta reforzada para frenar posibles réplicas. La reunión de hoy con el MPA es clave para definir las líneas de acción de la semana y evitar que la ciudad entre en una nueva fase de confrontación armada.






















