La Cámara de Diputados convirtió este martes en ley la moratoria previsional permitirá que más de 800.000 personas que no llegan a los 30 años de aportes puedan jubilarse.
El Frente de Todos logró habilitar una sesión luego de tres meses y al cabo de un tenso debate con la oposición consiguió aprobar el proyecto con 134 votos afirmativos y 107 negativos.
El proyecto, que fue presentado por la diputada del Frente de Todos Anabel Fernández Sagasti, establece que el plan de beneficios se conformará de una Unidad de Pago y de una Unidad de Cancelación de Aportes para trabajadores en actividad.
En el artículo 3 de la ley se estableció que los períodos a incluir en el plan comprenderán lapsos que sean anteriores a diciembre de 2008, inclusive para quienes adhieran a la Unidad de Pago, y anteriores al 31 de marzo de 2012 para la cancelación de aportes. En el caso de la Unidad de Pago, regirá por el término de dos años contados a partir de la entrada en vigencia de la ley.
La aprobación de la ley tuvo varias discusiones y críticas acerca de su aprobación. El líder de la Cámpora, Máximo Kirchner, afirmó que la ley está dirigida a “800 mil argentinos y argentinas que van a poder pelear mejor el día a día” y aseguró que “ningún jubilado genera déficit fiscal, sino que son personas en las que el Estado invierte”.
Sin embargo la oposición entiende que “el sistema contributivo debe guardar un sentido de equidad: debe haber una correlación entre los beneficios otorgados en la práctica y el esfuerzo contributivo que cada ciudadano ha realizado”. Dentro de esta línea, María Eugenia Vidal afirmó que “difícilmente cuidemos a nuestros jubilados si los seguimos endeudando a costa de ellos”.
La sesión, conducida por la presidenta del cuerpo Cecilia Moreau, contó con la presencia en los palcos de invitados de la directora del Anses, Fernanda Raverta; de organizaciones de jubilados y jubiladas, de la CGT, y de sindicatos vinculados al sistema previsional.