Rosario dio un paso trascendental hacia la redefinición de su fisonomía urbana. El Concejo Municipal aprobó una nueva normativa que permite la construcción de torres de hasta 120 metros —equivalentes a unos 40 pisos— en zonas estratégicas de la ciudad. Esta decisión marca el comienzo de un proyecto que trasciende lo arquitectónico y busca profundizar la planificación urbana sustentable, con reglas claras y previsibilidad para quienes proyectan y viven en Rosario.
Bajo el liderazgo de la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, el foco no está solo en edificar alto, sino en hacerlo de manera equilibrada. “Construir en altura no implica solo levantar muros: implica generar espacios verdes, reducir el uso intensivo de cemento y concebir la ciudad desde un enfoque sustentable”, afirmó Schmuck. La normativa establece, entre otros puntos, reglas urbanísticas definidas, menos burocracia, mayor transparencia y un aporte compensatorio al uso del suelo urbano.
Las zonas habilitadas abarcan el corredor central —entre bulevar Oroño, avenida Pellegrini y el río Paraná—, el primer perímetro urbano, corredores principales y el frente de renovación urbana Rondeau. Además, se contemplan tres franjas de altura: 120 metros en el corazón de la ciudad, 80 metros en avenidas principales y 36 metros en los corredores intermedios.
Esta apertura regula más de 740 lotes que antes requerían excepciones puntuales, agilizando permisos y promoviendo cohesión en el diseño urbano. La iniciativa tuvo 16 votos a favor, 7 en contra y 3 abstenciones, y recibió el apoyo de entidades vinculadas al sector de la construcción e inmobiliario.
Para Schmuck, el objetivo es claro: “Queremos que las personas puedan quedarse a vivir en el centro y tengan opciones diversas de vivienda”. En este sentido, la regulación busca favorecer a sectores como la clase media, que encuentran en la verticalidad urbana una opción eficiente y accesible.
Más allá de la dimensión edilicia, la nueva normativa se alinea con instrumentos como el Plan Urbano y el Plan de Infraestructura Verde Urbana, reforzando la correlación entre edificabilidad y compresión ambiental. Se busca un equilibrio entre densificación urbana, calidad de vida y entornos verdes.
En síntesis, Rosario está redefiniendo su skyline con una mirada ambiciosa pero consciente. Ya no se trata simplemente de construir más alto, sino de hacerlo de forma integrada con el entorno, con reglas claras y con la visión de una ciudad más diversa, atractiva y habitada.