El bar se llama Princess Park y está ubicado al frente de una vieja casona de Rosario, en barrio Martin. La ambientación de estilo británico, las luces de neón y una galería de imágenes provocadoras brindan tributo a Harry Styles y Louis Tomlinson, dos íconos del pop inglés que gozan de popularidad mundial.
Los domingos el lugar se convierte en La Maga, una milonga tradicional donde la pista de baile toma protagonismo y se enciende cada vez que irrumpe el tango. Las parejas se amontonan, aprietan el abrazo y danzan por el salón en armonía. El movimiento se detiene en las pausas musicales y es ahí cuando el contraste desafía al tiempo.
Desde la pared, Harry Styles con tutú de bailarina clásica o a punto de morder una banana interpela a milongueros de todas las edades que contemplan la escena desorientados.Se puede desconocer a una estrella contemporánea del pop británico.
El pecado es ignorar que en esa casa nació Agustín Magaldi (1898-1938), ícono de la cultura popular argentina y pilar fundacional del tango.

Pub inglés
Durante décadas su casa natal fue muchas cosas: vivienda familiar, librería, peña folclórica y milonga en los años noventa. Siempre estuvo ahí. Siempre pasó inadvertida. Los vecinos más antiguos la recuerdan como La casa de los Rodríguez.
El viejo caserón se levanta sobre la mano impar de calle San Martín entre 9 de Julio y Zeballos. Hoy, sobre su imponente fachada verde inglés resaltan las letras doradas de Princess Park. Abajo, un cartel indica la numeración 1455 y otro, pequeño, reza: “Aquí nació Agustín Magaldi, junto a Carlos Gardel e Ignacio Corsini conformaron la trilogía de oro del tango”.
Fue colgado en diciembre de 2015 por el historiador Gustavo López Caballín (*), en nombre de la Agrupación Magaldiana Federal, tras confirmar que Magaldi había nacido en Rosario y no en Casilda como se dijo durante mucho tiempo.
La placa recordatoria no cambió la suerte de la antigua casona de barrio Martin, que permaneció tan anónima como siempre, hasta que Sergio Koqui, el empresario gastronómico detrás de Princess Park, casi la arranca.
“Alquile el lugar sin saber que era la casa de Magaldi. Cuanto pintamos el frente vi que había un cerámico y estuve a punto de arrancarlo. Pero cuando leí lo que decía no podía creerlo”, confiesa.
En octubre de 2021 inauguró el bar temático que puso para sus hijas, ambas fanáticas de Harry Styles y Louis Tomlinson, los ingleses de One Direction. El tango llegó después, casi por azar.
“Alcides y Virginia cayeron con la propuesta de casualidad y la verdad es que nos encantó. Desde ese momento no paramos nunca. Toda esta gente que viene acá dice que el lugar tiene mística, por algo debe ser”, cuenta Sergio detrás de una barra atestada de bailarines.

Olor a tango
Milonga La Maga arrancó el 9 de julio de 2023. Algunos creen que su nombre alude a la Rayuela de Cortázar, otros a la magia de las pistas de baile. La verdad es más simple y profunda: nació inspirada en Magaldi, aunque al principio no lo supieran del todo.
Virginia Muñoz Messineo y Alcides Cloux son los organizadores. “La decoración no tiene nada que ver, pero el lugar tiene olor a tango”, dice ella. Después de inaugurar se enteraron que ahí funcionó una de las primeras milongas de los noventa: “Muchos de los que están bailando ahora dieron sus primeros pasos acá. Eso es mágico para nosotros”.

Alcides fue quien encontró en ese bar un lugar ideal para bailar tango. “Pasaba todos los días por la puerta, habían cerrado Sutil y los auténticos milongueros se habían perdido”, dice. La placa de Magaldi llamaba su atención, pero conocía poco de ese prócer del tango.
Primero indagó sobre las controversias de su origen. Se acercó a la Academia Nacional del Tango de Buenos Aires y lo contactaron con López Caballín. Fue contundente: Magaldí nació 1° de diciembre de 1898 en la maternidad Covandonga de Rosario, donde está hoy el hospital Español. Luego viajó a Casilda y habló con un historiador que mencionó registros de su infancia en esa ciudad pero de su nacimiento dijo que sólo existían “dichos”. El destino de ambos viajes fue el mismo: acercarse a Magaldi.
“Al principio no le dimos bolilla a la placa, pero cuando empezamos a darnos cuenta que el loco había sido un groso en serio, el espacio tomó otra dimensión”, dice Alcides.

Rosario
¿Por qué la ciudad que vio nacer al Che Guevara, Alberto Olmedo o Lionel Messi, cuna de la bandera y el rock nacional, no se jacta de ser la Rosario natal de Don Agustín Magaldi, la Voz Sentimental del Tango, quien conocía una fama sólo comparable a la de Carlos Gardel?¿Y por qué su casa natal –aún intacta cuan tesoro oculto– pasó más de un siglo desapercibida, incluso en los años noventa cuando funcionaba allí un espacio del tango emergente? Estaba habitada por el tango.
Resistía el olvidoEntre 1995 y 2000 se gestó ahí una de las primeras milongas rosarinas a los pies de la generación que se volvió a enamorar del tango y transformó lo viejo en nuevo. Se llamó La Viña y sus organizadores vuelven hoy a bailar en el lugar, 30 años después completan la historia.
Hernán Arellano Zenteno es uno de ellos. En 1995 conoció una milonga porteña y se volvió loco.
Eclipsado por el abrazo cerrado, el espacio reducido y una pista sin roces, volvió a Rosario decidido a copiar ese formato íntimo. Junto a Horacio Ezpeleta, que era vecino de la peña folclórica La Viña, consiguieron unos 200 cassetes para musicalizar las noches y cumplieron su sueño. Sin saber que en esa casa también soñó Magaldi. Y volvemos al olvido del célebre cantor, a la memoria popular herida.

La traición del olvido
Al igual que Carlos Gardel, Magaldi murió joven y en la cima de su esplendor. Por su carisma y talento logró tocar la fibra más profunda del sentimiento popular. Lo veneraban multitudes y era el cantor mejor pago de la radiofonía de la época. El dúo Magaldi-Noda es considerado el más importante y perfecto en la historia de la música popular argentina.
Los ídolos verdaderos no se fabrican. Los hace el pueblo. Y Magaldi era eso: la voz sentimental del pueblo. Le cantaba a los pobres, a los inmigrantes, a los presos, a las madres solteras. Apoyaba las huelgas y donaba conciertos para la fianza de los obreros presos. Se lo consideró el primer cantor social o de protesta, aunque su repertorio era inmensamente más amplio.
Figura como intérprete en más de 60 géneros musicales, y es autor de un centenar de composiciones propias. Existen más de 600 grabaciones en los sellos Víctor, Brunswick, RCA Víctor, aunque la cifra exacta es incierta debido a la falta de registros completos de casa Brunswick, la discográfica que inmortalizó El Penado 14, uno de sus grandes éxitos. Con ese disco vendió más de un millón de placas en el mundo. López Caballín estima que en uno de cada dos hogares argentinos había un ejemplar y que, de haber existido la distinción, habría obtenido el primer disco de oro del país.
Pero su carrera transcurrió entre la fama abrumadora y la crítica de sus detractores. Las infamias sobre el breve romance que mantuvo con la joven Eva Duarte; los conflictos legales familiares que demoraron la reedición de sus discos y una muerte temprana que le impidió llegar al cine internacional conspiraron contra la proyección de Agustín Magaldi. ídolo de los años treinta y figura fundante del tango.
Su obra quedó atrapada en un cambio de época: el avance de la orquesta típica, el retroceso del cantor solista y una industria que nunca volvió a ponerlo en circulación. Un dato lo resume todo: su mausoleo se levantó 43 años después de su muerte, una demora que explica mejor que cualquier teoría cómo un artista central pudo quedar al margen de la memoria popular.
En Rosario, la ciudad que se jacta de sus nacimientos ilustres, tiene una plazoleta con su nombre en barrio Gráfico. Está descuidada. No es un detalle: es un resumen. Pero los domingos, cuando el tango suena entre destellos del pop inglés y fotos de Harry Styles, algo se corrige. Los cuerpos se abrazan. La casa recuerda lo que la ciudad olvida.Tal vez por eso dicen que el lugar tiene mística.
Tal vez la casa, desde siempre, soñaba ser tango.(*) Gustavo López Caballín nació en Henderson, Buenos Aires. Es investigador, coleccionista y biógrafo de Agustín Magaldi. Los herederos del cantor le otorgaron un poder internacional, nombrándolo su representante legal. En 2019 publicó el libro La voz sentimental. Agustín Magaldi, su vida y, en 2023, fue designado Académico Honoris Causa de la Academia Nacional del Tango. Actualmente reside en Brasil.






















