Durante el acto conmemorativo por los 300 años de Rosario, el intendente Pablo Javkin ofreció un discurso cargado de visiones simbólicas y políticas en el que reivindicó la identidad local y presentó su proyecto de autonomía municipal. Ante una multitud reunida en el Monumento a la Bandera, propuso que la ciudad asuma un rol más protagónico y libere la ciudad de limitaciones administrativas externas.
Javkin repasó pasajes de la historia rosarina, celebró su capacidad de resiliencia ante crisis y expresó que la ciudad creció no por concesión sino por determinación de su propia gente. “Nos hicieron un favor al negarnos la capital nacional, porque así aprendimos a hacer las cosas solos”, afirmó en uno de sus pasajes más directos.
El intendente destacó que, tras años de insistencia, entregó al Concejo Municipal el proyecto de ordenanza para declarar plena la autonomía institucional, política, económica y financiera de Rosario. Ese texto incluye lineamientos inmediatos y la convocatoria hacia 2027 para una convención estatuyente que dote a la ciudad de una Carta Orgánica propia. Según Javkin, se trata de un “legado del tricentenario” para concretar el derecho a decidir sobre sus propias competencias.
La ordenanza propondría jerarquizar la ciudad frente a la provincia, permitiendo decidir competencias operativas sin necesidad de pedir autorización externa en áreas como urbanismo o contratación de obras públicas. El mandatario sostuvo que Rosario debe tener la capacidad de emitir bonos, hacer convenios internacionales y definir sus atribuciones con recursos propios.
En su discurso hizo hincapié en la lucha que enfrentó Rosario frente a mafias y episodios violentos que promocionaban como inevitables. “Cuando nos daban por perdidos, peleamos”, subrayó Javkin, apelando al simbolismo del “yo me planté” frente a quienes pretendieron rendir a la ciudad.
El acto combinó emoción simbólica con mensaje político: Javkin fue respaldado por funcionarios locales, eclesiásticos y representantes institucionales al presentar el proyecto de autonomía ante Schmuck, presidenta del Concejo Municipal.
La iniciativa deberá atravesar varias etapas: debate en comisiones, audiencias públicas, validación legislativa provincial y posiblemente un plebiscito. Pero para Javkin ese camino ya empezó: “Volvió Rosario, el pago está de vuelta, listo para demostrar que una ciudad que trabaja puede ser capital del interior argentino”, cerró su discurso.
Con esta propuesta, Rosario asume un nuevo horizonte institucional. Si logra convertir el reclamo histórico en norma, la ciudad verá ampliado su margen de acción y autonomía, un salto significativo para quienes ven en esta aspiración algo más que una declaración de intención.