La Fiscalía especializada en violencia de género de Rosario abrió de oficio una causa por el presunto abuso sexual de un bebé de seis meses ocurrido en un domicilio del centro de la ciudad. La denuncia llegó tras el hallazgo de indicios clínicos compatibles con un ataque sexual en el pequeño, quien se encuentra bajo atención médica en estado estable.
La investigación partió cuando el equipo de salud del centro asistencial al que ingresó el menor advirtió lesiones sugestivas y activó el protocolo correspondiente. Según fuentes judiciales, los primeros análisis determinaron la presencia de signos que orientan a una agresión sexual, por lo que se dispuso la intervención del gabinete de Psicología Forense, del equipo de Género de la Policía de Investigaciones y del servicio de Medicina Legal.
Efectivos de la PDI trabajan en la recopilación de testimonios dentro del círculo familiar, en la vivienda donde sucedieron los hechos y en los ámbitos del entorno, para reconstruir la secuencia de los hechos y establecer responsabilidades. Los agentes relevaron cámaras de seguridad, entrevistaron a los residentes y buscan elementos de prueba para determinar la mecánica, el lugar y la autoría del delito. La causa quedó en manos de la fiscal Laura Matus, quien ya ordenó diligencias urgentes como análisis de fluidos biológicos, examen médico-legal del menor y pericias sobre el entorno domiciliario.
Las fuentes del caso indicaron que, si bien aún no se ha hecho una imputación formal, la Fiscalía trabaja con variadas líneas posibles para identificar al agresor. De ser hallada evidencia suficiente, se contempla la detención inmediata del sospechoso y su traslado ante el Juzgado de Primera Instancia en lo Penal de Menores de turno.
Este tipo de delitos generan particular conmoción en la sociedad y exigen una respuesta rápida del sistema de justicia y protección infantil. Autoridades judiciales y policiales recordaron que el interés superior del niño es la prioridad: se asegura que la atención médica, el resguardo psicosocial y la protección sean inmediatos.
Paralelamente, se coordina la intervención del Servicio de Protección de Derechos del Niño para garantizar el cuidado del bebé y el acompañamiento a la familia. Asimismo, se sugiere que, ante cualquier sospecha de abuso o maltrato, la comunidad se comunique con la línea 102 o 911 para asegurar una respuesta ágil.
En este contexto, las autoridades reafirmaron que todos los mecanismos de prueba están bajo estricta custodia para preservar la cadena de custodia y evitar filtraciones que puedan afectar el proceso. También destacaron que la publicidad del caso se limita a proteger la identidad de la víctima menor de edad y salvaguardar los derechos del niño.
Mientras la investigación avanza, el entorno del bebé permanece bajo resguardo y la causa se encuentra en su fase inicial, con múltiples diligencias en curso. Las autoridades solicitan paciencia a la ciudadanía y solicitan no difundir especulaciones ni información no confirmada, para no entorpecer el trabajo de los investigadores.




















