Lejos de las grandes del deporte, al ex boxeador Floyd Mayweather le ha costado permanecer en lo más alto de la escena y así quedó confirmado este sábado por la noche cuando llevó a cabo su sexta pelea de exhibición en un estadio vacío en el marco de su primera visita a Reino Unido.
El legendario púgil venció sin problemas al ex luchador de artes marciales mixtas Aaron Chalmers en ochos rounds a dos minutos cada uno. Lo curioso fue del O2 Arena de Londres sin público, algo impensado en otro tiempo del deportista estadounidense.
Las imágenes reflejaron las gradas prácticamente vacías. Incluso se intentó retrasar hasta media hora la pelea para tratar de llenar las 20.000 localidades del recinto.
“Hicimos esto en un mes, ni siquiera fueron cuatro semanas”, explicó Money en la conferencia de prensa posterior, al ser consultado por la poca asistencia del público. “Creo que las entradas deberían haber salido a la venta mucho más rápido. Mi nuevo equipo todavía está aprendiendo. Tengo que quitarme el sombrero ante ellos, no es su culpa”, añadió el ex boxeador de 46 años
En su justificación, continuó: “Cuando peleamos en los Estados Unidos, tan pronto como anunciamos la pelea, las entradas están a la venta. Aquí anunciamos la pelea y las entradas no salieron hasta una o dos semanas después”.
De acuerdo a la prensa local, se estima que el púgil de Michigan se embolsará alrededor de 20 millones de dólares, pese al batacazo en asistencia. El combate se convirtió en el evento de pago por visión más caro de la historia en Reino Unido (30 libras).