La sequía y la bajante del río Paraná provocó que la fauna salvaje extendiera sus límites en el territorio santafesino y ciertos animales salvajes aparezcan en lugares atípicos de la región. Tal fue el caso de un yacaré bebé en una pileta de una vivienda de Ibarlucea y otro de su especie muerto en las aguas del marrón a la altura de Puerto Norte.
La Policía Ecológica remarcó que en la zona costera del Paraná suele verse una gran cantidad de animales salvajes. Además de yacarés, señaló que la creciente del río trae serpientes -sobre camalotes- y pidió tener especial cuidado con las yararás, ya que su mordedura es venenosa.
“Aparecen distintos tipos de animales. La bajante y la sequía producen que migren en busca de agua”, explicó Daniel Medina, jefe de dicha repartición, a El Tres.
Sobre la cría hallada en Ibarlucea, la especialista relató que el animal fue examinado por un veterinario y, tras constatar que estaba en buenas condiciones de salud, fue liberado en el río.
“Es un peligro para la gente si la pisan o tocan. Pero en Rosario tenemos antídotos para esa clase de mordedura, los tiene el Hospital Provincial”, detalló Medina.
También aparecen aves, como el chiflón, una especie de garza avistada por muchas personas este verano, y tortugas. Con la bajante los arroyos se secan y complican su migración a zonas con agua, pero algunas logran llegar al río.